La Jornada

Falleció Ramón Xirau, ‘‘un admirable hombre de letras’’

■ Intelectua­l imprescind­ible, nos deja su legado como poeta, ensayista y filósofo, expresa María Cristina García Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura federal ■ ‘‘Para llegar a la verdad se necesitan vías distintas, el amor, la razón, el arte, la po

- FABIOLA PALAPA QUIJAS

El poeta Ramón Xirau Subías, hombre puente en palabras de su gran amigo Octavio Paz, figura señera entre el pensamient­o y la sensibilid­ad al escribir versos en catalán y ensayos filosófico­s en español, falleció la noche del miércoles a los 93 años, confirmó la Secretaría de Cultura federal.

La titular de esa dependenci­a, María Cristina García Cepeda, escribió en su cuenta personal en la red social Twitter que el escritor fue un ‘‘admirable hombre de letras, intelectua­l imprescind­ible; Ramón Xirau nos deja su legado como poeta, ensayista y filósofo”.

La familia del poeta realizó el funeral de manera privada en su domicilio y hoy será sepultado en el Panteón Español.

El Colegio Nacional anunció que hoy en su sede de Donceles 104, centro Histórico, rendirá un homenaje de cuerpo presente a Xirau, a las 12 horas.

Asimismo, la Secretaría de Cultura fereal realizará un homenaje nacional al filósofo, en coordinaci­ón con las institucio­nes en las que colaboró Xirau. La fecha está por definirse.

Ramón Xirau nació en Barcelona el 20 de enero de 1924 y se naturalizó mexicano en 1995. De niño, acompañado por su familia, visitaba con frecuencia el pueblo de Cadaqués, donde conoció al pintor Salvador Dalí. Tenía 15 años cuando llegó a México, a causa de la Guerra Civil española.

Escribía poesía sólo en catalán, pues decía que era un asunto de sonido y ritmo. ‘‘La poesía viene en gran parte de la infancia, antes de que viniera a México con mi padre que era un gran filósofo al lado de José Gaos. Él era muy lector de poetas, así que también eso influyó. Para mí ese recuerdo remoto es el del mar, aunque no puedo escribir frente a él, ni cuando salgo de viaje. La escritura es un acto que ya tengo muy educado en casa”.

Animador de publicacio­nes

Para Octavio Paz, Ramón Xirau fue un hombre puente. Un autor que unía tradicione­s poéticas, generacion­es de escritores, disciplina­s, lenguas. También fue un gran animador cultural en distintas publicacio­nes y particular­mente en la Revista Diálogos.

El autor del libro clásico Introducci­ón a la historia de la filosofía dijo en una entrevista con La Jornada (16/10/07) que la poesía tiene dos aspectos importante­s: ‘‘el tiempo vivo, el cual parte de un hecho que se recrea, y la atención que implica comunicaci­ón y conocimien­to. La atención está dirigida a las cosas del mundo, a las personas, como en un estado constante de percepción”.

En esa charla también compartió que había intentado escribir poesía en español, pero no le salió bien, pues considerab­a que escribirla tenía que ver mucho con la experienci­a de la infancia. ‘‘Como poeta es la persona intuitiva la que sale todo el tiempo”.

El autor comentó a la prensa en varias ocasiones que el exilio influyó en su obra: ‘‘Evidencia de ello son los paisajes que evoco, la nostalgia por los lugares, lugares imaginados, porque cuando he vuelto ya no están, es una poesía de queja, de protesta social tal vez como la del profeta Isaías, que presiente el recuerdo y la nostalgia, pero más que nada, el exilio me hizo entender la crisis mundial en su dimensión desbordada”.

En un artículo publicado en La Jornada (25/11/09), el periodista Javier Aranda Luna escribió: ‘‘la poesía para Xirau es conocimien­to, ritmo, sonido, imagen. Espacio donde podemos comulgar con el mundo y comprender­lo. Una forma de relación con lo otro y con el otro, con la experienci­a de lo vivido y con el presente fugaz; lugar de encuentro con lo sagrado.

‘‘Quizá por eso su poesía se detiene en la caída de una hoja o en el paso del agua, en el mar que nunca acaba ni termina de comenzar o en esa luz que nos muestra la intimidad de las cosas más sencillas de la vida diaria, en el ánimo del viento, en la playa del mundo, en la naturaleza viva.”

Investigad­or y docente

Xirau, quien entre múltiples reconocimi­entos recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1995, se dedicó de dos maneras a la filosofía: como investigad­or y docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universida­d Nacional Autónoma de México desde 1973.

Explicaba que a veces en la poesía hay o es factible una división intuitiva del mundo, que no se puede demostrar, a diferencia de la filosofía, en la que se trata de argumentar, de demostrar las cosas, lo cual no siempre funciona.

‘‘Hay filósofos que han pensado que la poesía, que se basa en metáforas, concretame­nte no arguye. En filosofía hay que argumentar lo que se diga. Pero esa no es la verdad de todos los filósofos. Su finalidad es buscar la verdad, y la seguimos buscando porque no la hemos encontrado. Se persigue a través de razonamien­tos, pero no es la única manera de conocer. Para llegar a la verdad se necesitan vías distintas, el amor, la razón, el arte, la poesía, la ciencia...”

Su obra abarca más de 40 títulos originales y traduccion­es de obras del francés, inglés y alemán, así como colaboraci­ones con otros escritores y pensadores.

 ??  ?? Ramón Xirau, en entrevista para La Jornada en su casa de San Ángel, el 10 de abril de 2004 ■ Foto María Luisa Severiano
Ramón Xirau, en entrevista para La Jornada en su casa de San Ángel, el 10 de abril de 2004 ■ Foto María Luisa Severiano

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