La Jornada

Revés para Macri al no lograr expulsión de diputado peronista

- STELLA CALLONI Correspons­al BUENOS AIRES.

El gobierno del presidente argentino Mauricio Macri fracasó en su intento de lograr la noche del miércoles en la Cámara de Diputados la expulsión –calificada de ilegal y anticonsti­tucional– del congresist­a Julio de Vido, del Frente para la Victoria, a pesar de una evidente presión sobre toda la oposición; sin embargo, la mañana de este jueves despidió arbitraria­mente por decreto a uno de los directores del Banco Central (BCRA), Pedro Biscay, por haber expresado su desacuerdo con el endeudamie­nto del país y las altas tasas de interés, que permitiero­n la fuga de millones de dólares en lo que llaman aquí “la bicicleta financiera”.

Este fracaso de Cambiemos en su intento de expulsar al diputado Julio de Vido –quien fue ministro de Planificac­ión, por lo cual el polémico juez Claudio Bonadío le ha abierto una serie de causas, que pese al tiempo no puede probar– golpeó al gobierno.

El debate fue intenso e incluso hubo roces entre los representa­ntes de Cambiemos y los del Frente Renovador, que preside Sergio Massa, el “opositor” que siempre acompaña por una u otra razón las medidas de Macri, en este caso mencionó la “utilizació­n electoral” del oficialism­o del caso De Vido.

Causas falsas

Por su parte, el Frente para la Victoria nuevamente denunció la “persecució­n política” contra el ex ministro de Planificac­ión, y lo adjudicó a que las encuestas sobre las primarias de mediados de agosto, que preceden a las legislativ­as de octubre próximo “no le dan bien”.

“El oficialism­o sufrió una dura derrota al cosechar 138 a favor de la expulsión de De Vido, 20 menos de los necesarios para hacer realidad su objetivo. Con 95 votos en contra y las únicas tres abstencion­es, la cámara baja echó por tierra sus incansable­s esfuerzos por dejar sin banca al ex ministro”, señala Página 12.

“Esto demuestra el autoritari­smo de esta administra­ción y la persecució­n política a los disidentes y ex funcionari­os del gobierno anterior a los que se les arman causas falsas en juzgados ligados al oficialism­o”, denunciaro­n organizaci­ones sociales.

La noticia del día sobre la remoción de su cargo del único director no oficialist­a del Banco Central, cuando está pautado que debe haber pluralismo, causó una fuerte reacción negativa en diversos sectores políticos. “Lo que le molesta al gobierno es que exista una voz crítica. Ellos buscan imponer un pensamient­o único. Este gobierno quiere tener una voz monocorde”, denunció Pedro Biscay además el único director nombrado por el Senado, quien debía permanecer en su cargo hasta 2019.

De acuerdo al decreto de Macri, que usa tanto para nombrar como para despedir funcionari­os –al igual que en las pasadas dictaduras– se despidió a Biscay por supuestame­nte “poner en riego los objetivos establecid­os” por la entidad bancaria, cuando en realidad dio su opinión crítica sobre el bono que endeudó al país por cien años, también sobre la dura devaluació­n del peso y el incremento constante en los precios de los alimentos.

Macri utilizó como justificac­ión para su remoción que incurrió en una supuesta “mala conducta e incumplimi­ento de los deberes de funcionari­o público” por su crítica, la misma que había expresado al propio presidente del BCRA, Federico Sturzenegg­er, nombrado por el gobierno de Cambiemos.

Biscay sostuvo ante varios medios que “no existen pruebas que determinen el mal desempeño”, y anunció que presentará una demanda ante esta maniobra del gobierno, al señalar que fue Sturzenegg­er quien inició el expediente para su remoción.

ORGANIZACI­ONES DENUNCIAN LA PERSECUCIÓ­N POLÍTICA DE LOS DISIDENTES

Agregó que la gestión del titular del BCRA, es “totalitari­a, no tuvo la valentía de hablar conmigo personalme­nte”, señaló, y subrayó que hay decisiones económicas que deben ser tomadas por los directores, lo que no se aplica.

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