Mujer humilde teme por sus hijos; están en La Ciudad de los Niños
Critica Redim al gobierno de Guanajuato Fueron enviados ahí hace dos meses por el DIF Michoacán
Gloria está desesperada. Desde hace casi dos meses el DIF de Uruapan, Michoacán, se llevó a sus cinco hijos con el argumento de que estarían en mejores condiciones en una casa hogar que con su propia madre, pues atraviesa por una difícil situación económica.
La mujer confió en que así sería hasta que hace 10 días supo de los posibles riesgos que enfrentan los menores internados en el albergue La Ciudad de los Niños, de Salamanca, Guanajuato, donde están sus pequeños.
Hace unas semanas se dio a conocer la sentencia a un amparo de una juez de Guanajuato, en la que señala que existen elementos para afirmar que en ese albergue hay posibles abusos y vejaciones –entre ellos casos sexuales– por parte del director, el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, sus colaboradores y algunas monjas, caso al que La Jornada ha dado seguimiento.
Estas denuncias son el objeto de su incertidumbre, sobre todo porque desde que sus hijos están en La Ciudad de los Niños sólo ha podido hablar por teléfono una vez con el mayor de ellos, de 10 años de edad.
‘‘Cuando se los llevaron me dieron un número en el que nunca contestaron. Por eso me puse a averiguar hasta que pude conseguir el teléfono verdadero. Fue así como 20 días después de que se fueron pude hablar con mi pequeño; me dijo que estaban bien, pero lo noté raro. La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advirtió que el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, ha mandado un mensaje de ‘‘nula disposición’’ de su gobierno para investigar los probables crímenes cometidos por el director del albergue La Ciudad de los Niños, el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías y sus colaboradores, contra varios menores.
Por ello, el mandatario local debe facilitar que el caso sea atraído por la justicia federal, aseveró la red. Agregó que la denuncia penal por difamación presentada hace unos días por el religioso solamente busca amedrentar a las víctimas y limitar la libertad de expresión.
‘‘ Las recientes declaraciones realizadas por el mandatario guanajuatense en las que ratifica la inexistencia de investigación en contra del sacerdote Gutiérrez Farías, con el argumento de que no hay denuncias, menosprecian la profunda investigación realizada por una juez y también representan el respaldo político del que goza el cura’’, acusa Redim.
‘‘Ahora, con todo esto, ya no sé ni qué pensar. Vivo en la incertidumbre total, pues nadie contesta ese teléfono. La gente del DIF me dice que están bien, pero necesito comprobarlo. Ya no sé a dónde dirigirme.’’
Por las denuncias de unos vecinos y luego de tres visitas a su hogar, a principios de julio pasado el DIF municipal decidió que lo mejor era que los cinco hijos de Gloria –el mayor de 10 años, uno de casi 9, dos más de 6 y 5, y la más pequeña y única niña, de 4 años– fueran enviados al menos por un año a La Ciudad de los Niños de Salamanca, en el vecino estado de Guanajuato.
Sin embargo, el día 13 de ese mes el DIF de esa entidad tuvo que actuar e intervino el citado albergue ante las denuncias y por la resolución judicial.
Cuando se llevaron a sus hijos le dijeron a Gloria que podría hablar con ellos o verlos cada 15 días, pero eso no se cumplió y ahora vive en la total incertidumbre. ‘‘Los del DIF (local) me dijeron que era mejor enviarlos ahí, porque si entraba el estatal (de Michoacán) lo más probable era que no los volviera a ver’’.
Gloria vive en una precaria situación económica. El padre de sus hijos los abandonó y la dejó con innumerables deudas que se ha dedicado a liquidar; su casa ‘‘no es la mejor’’ y por días no tiene ni para sobrevivir. Está empeñada en recuperar a sus hijos. Ahora trabaja cuidando a la madre enferma de una chica que le ha brindado apoyo.
Asegura que pronto cumplirá con los requerimientos que le piden los funcionarios de servicios sociales del municipio para recuperar a sus hijos: solvencia económica, un departamento habitable y limpio, que cada menor tenga su cama, que puedan comer todos los días e ir a la escuela.