PRODUCCIÓN EN TLÁHUAC
Tláhuac es mucho más que narcomenudeo y criminalidad; varios pueblos originarios luchan por defender sus tradiciones y varios de ellos sus tierras de cultivo en planicies y chinampas, resistiendo ante el acoso inmobiliario que los quiere desaparecer. Un ejemplo lo representan nuestros amigos y aliados de San Andrés Mixquic, que contribuyen con sus productos a la sana alimentación de los habitantes de la Ciudad de México, de la mano con nutriólogas participantes en la Alianza por la Salud Alimentaria y con apoyo del Instituto Nacional de Salud Pública y el de Nutrición Salvador Zubirán. Desde abajo y con visión crítica y propositiva a la vez, se abren esperanzas frente a la adversidad. Aprovecho para agradecer a La Jornada por seguir viva, coadyuvando a construir un mundo donde prive la justicia y la dignidad de julio en la Asamblea Nacional Popular (ANP) en Ayotzinapa, promovida por los padres de los 43 y por los estudiantes de esta normal rural. Nos adherimos al llamado de la ANP a superar la dispersión del conjunto del movimiento popular y conseguir su necesaria articulación, con el propósito de “crear una nueva correlación de fuerzas”, es decir, construir la fuerza popular capaz de enfrentar y derrotar a la fortaleza del empresariado neoliberal y de la burocracia política que hoy detenta la conducción estatal de México. Nos adherimos al propósito de la ANP de forjar el instrumento que realice y materialice esa fuerza popular, al cual la Asamblea Nacional Popular denomina referente multisectorial anticapitalista. Entendemos que se trata de trabajar arduamente para conseguir una articulación que supere la simple unidad cuantitativa, por una unidad en la que los destacamentos en resistencia se unifiquen dando a sus objetivos particulares un sentido general, envolviendo los pliegos petitorios de sector en una plataforma única de demandas, en la que cada sector vea a su “enemigo de sector” como un componente del enemigo fundamental, único, nacional y de clase al que hay que ubicar como el blanco contra el cual hay que asestar todos los embates. Se trata de una articulación programática, estratégica y dentro de una misma ubicación de la vía del indispen- sable cambio revolucionario. Llamamos a todos los luchadores a unirse a esta decisión que se ha asumido desde la heroica Ayotzinapa.