Productores exigen precio de compra justo al maíz nacional
En protesta, las instalaciones de la Sagarpa
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), si bien permitió a México colocarse como un país relevante en las cadenas productivas de valor, puso a los campesinos, en particular, en desventaja ante los grandes corporativos que desplazan el interés y la oferta de los pequeños productores, ya que estos conglomerados imponen su capacidad financiera, sus amplias redes productivas integradas y los incentivos comerciales de envergadura continental.
La Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México, de la Secretaría de Gobernación, elaboró el documento El impacto del TLCAN en el campo mexicano, en el cual refiere que “los campesinos mexicanos en particular fueron desplazados y generaron una migración importante hacia Estados Unidos.
“Ésta (la migración), apunta hacia una importante omisión de los tratados de libre comercio que generan integración laboral sin provisiones para administrarla de manera legal y ordenada. Así, el desplazamiento de los campesinos hacia las ciudades del interior del país y de Estados Unidos, ha implicado su criminalización”.
Los salarios reales promedio en México, en el campo, han crecido de 1994 a la fecha, 6.6 por ciento. “Increíblemente el salario promedio de 2012 fue prácticamente idéntico al que prevalecía en el país 30 años atrás”.
Así, el TLCAN ha tenido ventajas y desventajas. Se han eliminado barreras al comercio de los países, aumentado Integrantes de la organización campesina Sistema Producto Maíz tomaron ayer las instalaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). y bloquearon de forma intermitente las avenidas Cuauhtémoc y Municipio Libre para exigir que las autoridades del sector garanticen un precio mínimo de compra de dicho cereal.
En medio de consignas como “Precio justo para el maíz”, cientos de agricultores provenientes de los estados de México, Sinaloa, Sonora, Morelos, Chiapas y Tlaxcala, cerraron los accesos principales del edificio y demandaron ser recibidos por responsables del organismo para iniciar con ellos un diálogo resolutivo.
En conferencia de prensa, citada a las puertas de la secretaría, el líder de la agrupación inconforme, Vicente Álvarez Delgado, subrayó que los productores de maíz necesitan que se les pague 4 mil 200 pesos por tonelada, ya que con esa cantidad al menos podrían al menos recuperar los costos de producción y tener un pequeño margen de utilidad.
De igual forma, señaló que los campesinos exigen la entrega de compensaciones que la Sagarpa se comprometió a dar desde 2015 para complementar el pago “insuficiente” que reciben por la venta de maíz.
La falta de apoyo del gobierno mexicano al sector primario, añadieron, ha generado históricamente que los productores maiceros se vean obligados a vender toda su cosecha a un grupo de intermediarios –a precios mucho menores de lo que debería ser–, mientras ellos a su vez encarecen a su conveniencia el precio de la harina usada en la tortillerías.
Integrantes de diversas organizaciones que participan en Sistema Producto Maíz tomaron la palabra para denunciar también que esta situación de “abandono” a los pequeños y medianos productores ha sido generada por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que sólo ha beneficiado a unas cuantas empresas agroexportadoras.