NECESARIO, REVISAR EL MINISALARIO POR LA CARESTÍA
Las justificaciones del secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, para no asumir su obligación de vigilar que los salarios mínimos sean suficientes no tienen sustento alguno. Ahora afirma que no “estamos en una situación de emergencia“y se ufana porque, dice, “México no requiere un aumento bajo el término de emergencia, porque no estamos viviendo esa condición de los años 80 y 70”.
Lo que omite decir Navarrete Prida es que la situación que viven él como secretario de Estado y la mayoría de los funcionarios del gobierno federal es totalmente opuesta a la que experimentamos millones de trabajadores asalariados de este país. Por ejemplo: el secretario del Trabajo tiene una remuneración mensual bruta de 205 mil pesos mensuales y el presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Basilio González Núñez, gana 173 mil pesos mensuales; es decir, se embolsan 6 mil 800 pesos diarios y 5 mil 700 diarios, respectivamente, de acuerdo con datos de su portal de transparencia en Internet.
En contraste, 7 millones 400 trabajadores ganan hasta un salario mínimo a diario y 14 millones obtienen más de uno y hasta dos, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. En virtud de que el minisalario es de 80 pesos diarios, 21 millones 400 mil mexicanos no pueden adquirir la totalidad de la canasta alimenticia, porque ésta cuesta 218 pesos al día, de acuerdo con el reporte 126 del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM. Esta situación obliga a Navarrete a gestionar un incremento a los salarios mínimos, y los sindicatos de trabajadores, particularmente los llamados democráticos, deberían ya haberlo solicitado, ejerciendo lo señalado por el artículo 570 de la Ley Federal del Trabajo, y dejarse de discursos demagógicos.