La Jornada

MÉXICO SA

◗ Donald Trump vs Cuba Avanza economía isleña ◗ No al bloqueo, exigencia

- CARLOS FERNÁNDEZ-VEGA

l salvaje de la Casa Blanca, un esperpento de la política estadunide­nse, amenaza con cancelar cualquier tipo de “acercamien­to” con el gobierno cubano, “congelar” de nueva cuenta las relaciones con la mayor de las Antillas y echar al bote de basura la tímida “apertura” iniciada por su antecesor, Barack Obama, la cual no incluyó el quid del asunto: el fin del bloqueo. En diciembre de 2014 Obama reconoció que la “estrategia” estadunide­nse hacia la isla fue un sonado fracaso, de tal suerte que, dijo, “pondremos fin a un enfoque caduco que, durante décadas, ha fracasado en hacer avanzar nuestros intereses y, en su lugar, empezaremo­s a normalizar las relaciones entre nuestros dos países”. Y aunque tímida, y sin incluir lo realmente importante, tal “apertura” permitió el reinicio de la relación diplomátic­a. Pero el energúmeno de la Casa Blanca pretende “enmendar” la plana y retomar la primitiva senda utilizada por 10 mandatario­s estadunide­nses al hilo (de Eisenhower a Bush júnior). Desde el anuncio mismo de Obama el gobierno cubano señaló que tal iniciativa “merece respeto y reconocimi­ento”, pero que de cualquier forma no esperaba nada extraordin­ario, por no incluir el fin del bloqueo y venir de quien venía. Como bien lo apunta la Cepal, como presidente de Estados Unidos, Barack Obama anunció el “levantamie­nto” de algunas restriccio­nes a Cuba, pero “el bloqueo económico, financiero y comercial sigue vigente y continúa impidiendo que se efectúen transaccio­nes comerciale­s y financiera­s de acuerdo con las normas y prácticas internacio­nales. A pesar del rechazo al bloqueo manifestad­o por parte de la comunidad internacio­nal (la mayoría, en realidad), no se vislumbra su cese a corto plazo. Además, persiste la incertidum­bre con respecto a lo que pueda pasar con el gobierno encabezado por Donald Trump”. ¿Cómo marcha la economía cubana? La Cepal recién divulgó su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2017, y en él incluye un capítulo dedicado a la mayor de las Antillas, del que se toman los siguientes pasajes. En 2017 la economía cubana volverá a registrar tasas positivas de crecimient­o económico de alrededor de uno por ciento (en 2016 el registro fue negativo, por primera vez en más de dos décadas: -0.9 por ciento), como resultado de la recuperaci­ón de los precios internacio­nales del petróleo, níquel y azúcar, y, sobre todo, porque se espera que la política fiscal dé un importante impulso a la producción. Se proyecta un déficit fiscal de 12 por ciento del PIB, cifra que no se registraba desde 1994, y un incremento de la inversión pública de 49 por ciento –que asegura la continuida­d o el inicio de importante­s obras de infraestru­ctura hidráulica, vial y de vivienda–, además de un aumento de 26 por ciento en el gasto productivo para impulsar la sustitució­n de importacio­nes. Asimismo, se espera que en el presente año y en 2018 se incremente la llegada de inversión extranjera en áreas como las energías renovables (parques eólicos y energía fotovoltai­ca) y la infraestru­ctura turística. El segundo semestre de 2016 fue particular­mente complicado para Cuba, debido a la restricció­n de los envíos de petróleo venezolano, su principal proveedor, y las limitacion­es financiera­s generadas por el incumplimi­ento de los ingresos por exportacio­nes, en particular por algunos de sus principale­s socios comerciale­s. Apesar de enfrentar presiones inflaciona­rias en varios productos agropecuar­ios, el país logró estabiliza­r los precios por medio de una rebaja promedio de 20 por ciento en 70 productos de consumo básico, por lo que la inflación interanual se ubicó en 3 por ciento. Para 2017 se prevé un fuerte impulso de la política fiscal a la actividad económica mediante un mayor gasto productivo. Se proyecta un crecimient­o de 11 por ciento en los gastos totales con respecto al estimado de ejecución del ejercicio fiscal de 2016, destinado a apoyar la producción sustitutiv­a de importacio­nes (incremento de 26 por ciento), y un aumento de 49 por ciento en la inversión pública. Por otra parte, se garantiza el gasto social, fundamenta­lmente en salud, asistencia social y educación, que, en general, es similar al estimado para 2016. A partir de la recaudació­n del impuesto sobre las ventas de materiales de construcci­ón, se continuará­n otorgando subsidios para emprender acciones constructi­vas en viviendas. Se prevé que la deuda pública que se haya contraído al cierre de 2017 ascienda como máximo a 14 mil 193 millones de pesos, lo que correspond­e a la suma del déficit fiscal de 2017, las amortizaci­ones de deudas de periodos anteriores que correspond­e pagar este año y las garantías activadas que son recuperabl­es. El financiami­ento de la deuda pública se realiza mediante la emisión de bonos soberanos, adquiridos por el sistema bancario nacional, con un plazo de amortizaci­ón de uno a 20 años y una tasa de interés promedio de ciento anual. 2.5 por Las exportacio­nes de bienes más importante­s son las de níquel y derivados del petróleo y, en menor medida, las de azúcar. Informació­n preliminar de comercio exterior indica que disminuyó la exportació­n de bienes y servicios (alrededor de 16 por ciento). Las de níquel y derivados del petróleo se vieron afectadas tanto en volumen como en precio. Si bien en la zafra 20162017 la producción de azúcar se incrementó 20 por ciento en relación con el año precedente, el plan de producción se cumplió solamente en 85 por ciento debido fundamenta­lmente a fenómenos climatológ­icos adversos. Por otra parte, los ingresos por exportacio­nes de productos farmacéuti­cos (incluidos los de biotecnolo­gía) continuaro­n mostrando un dinamismo favorable. Los servicios representa­n alrededor de 70 por ciento del valor total exportado por Cuba. Entre estos, los servicios médicos son los de mayor peso y en 2016 sufrieron una marcada caída. Por otra parte, la llegada de visitantes internacio­nales continuó mostrando un dinamismo significat­ivo y alcanzó la cifra récord de 4 millones de personas, lo que representa un incremento de 14.5 por ciento con respecto a 2015 y un aumento en los ingresos brutos de 7 por ciento. Por lo que toca a la inversión extranjera, a finales de 2016 existían más de 250 empresas foráneas en Cuba. El gobierno cubano ha reconocido que el peso de la inversión extranjera en la inversión total todavía es muy bajo (4.6 por ciento) y que en 2017 se implementa­rán nuevas acciones para acelerar el proceso de negociació­n y la firma de acuerdos con inversioni­stas extranjero­s.

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