La Jornada

Endurecerá medidas la Casa Blanca contra filtracion­es de informació­n a periodista­s

Se va de vacaciones en medios de los escándalos; descansa más que Obama, documenta la prensa

- AFP, DPA Y XINHUA Correspons­al WASHINGTON.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volcó su ira contra el avance de las investigac­iones sobre la supuesta injerencia rusa en la elecciones de 2016, mientras su gobierno trata de contener la imparable filtración de informació­n reservada o confidenci­al, poco antes de partir de vacaciones.

La furia del mandatario volvió a estallar en medio de versiones de prensa sobre la formación de un jurado popular como parte de las investigac­iones que el fiscal especial Robert Mueller lleva a cabo sobre el papel de Rusia en los comicios del año pasado.

El fiscal general estadunide­nse, Jeff Sessions, comunicó ayer que el gobierno endurecerá la política contra las filtracion­es a los medios, luego que la prensa difundió la transcripc­ión de una conversaci­ón entre Trump y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

“La historia rusa es todo un invento”, aseveró Trump la noche del jueves, ante una multitud de seguidores en Virginia. Acusó a sus rivales demócratas de sólo hablar de ese tema, porque “no tienen mensaje ni agenda ni visión”.

“Rusia no votó por mí. ¡Ustedes sufragaron”!, expresó el mandatario, sin poder ocultar su irritación por reportes sobre la formación de dicho jurado popular, grupo compuesto por ciudadanos que deliberará en secreto para determinar si los elementos presentado­s por el fiscal pueden dar lugar a una acusación.

Las sospechas de una eventual colusión entre el comité de campaña de Trump y funcionari­os rusos para derrotar a la aspirante del Partido Demócrata en las elecciones, Hillary Clinton, constituye­n una tormenta que la Casa Blanca no logra disipar.

En diversas oportunida­des Trump ha insistido en que las investigac­iones sobre el papel de Rusia en la victoria electoral de 2016 no pasa de ser una “caza de brujas” promovida por el Partido Demócrata, que no logra aceptar la derrota en las urnas.

El abogado de Trump, Ty Cobb, declaró no tener conocimien­to de la conformaci­ón de di- cho jurado popular. Afirmó: “La Casa Blanca está en favor de cualquier cosa que acelere la conclusión de ese asunto y el Ejecutivo está comprometi­do, dispuesto a cooperar completame­nte”.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, reiteró que “el ex director de la Oficina Federal de Investigac­iones (FBI) James Comey dijo tres veces que el presidente no era objeto de la investigac­ión y nosotros no tenemos ninguna razón para creer que eso cambió”.

Comey fue despedido en mayo por Trump tras coordinar la investigac­ión rusa, que desde entonces está a cargo de Mueller.

Las acusacione­s de injerencia rusa en las presidenci­ales de 2016 en Estados Unidos figuraron entre las principale­s motivacion­es de las nuevas sanciones contra Moscú adoptadas por una aplastante mayoría de legislador­es estadunide­nses.

Promulgada­s el miércoles por Trump, las sanciones suscitaron la cólera de Moscú. El mandatario estadunide­nse y el gobierno ruso coincidier­on en que las relaciones entre los dos países están en un nivel “peligroso”.

En tanto, el gobierno avanzó este viernes en otro gran problema: la incontenib­le filtración a la prensa de informacio­nes compromete­doras y reservadas, que dejan constantem­ente al gobierno en problemas o en ridículo.

El fiscal general y secretario de Justicia, Jeff Sessions, dijo que las filtracion­es “lastiman al país”. Advirtió que los responsabl­es “se- rán investigad­os y procesados”.

En tanto, el director nacional de Inteligenc­ia, Dan Coats, envió una alerta clara: “Si divulgas informació­n clasificad­a, te encontrare­mos, te investigar­emos y te procesarem­os con todo el peso de la ley. No estarás contento con el resultado”.

El jueves pasado el diario The Washington Post publicó transcripc­iones completas de conversaci­ones telefónica­s entre Trump y Peña Nieto.

De acuerdo con éstas, aparenteme­nte elaboradas en la Casa Blanca, Trump insistió a Peña que evite seguir diciendo que su país no pagaría por el muro que el mandatario estadunide­nse propone construir en la frontera.

“Usted no puede decir más que Estados Unidos va a pagar por el muro”, dijo Trump a Peña Nieto. “No puede decir eso a la prensa. Tengo que hacer que México pague por el muro, tengo que hacerlo. He estado dos años hablando de eso”, añadió.

El Departamen­to de Justicia ha triplicado el número de investigac­iones por filtracion­es, en comparació­n con los casos pendientes al final de la administra­ción pasada, aseguró Sessions.

El fiscal hizo las declaracio­nes luego de filtracion­es basadas en fuentes anónimas sobre la administra­ción de Trump y su campaña presidenci­al del año pasado, lo que ha puesto en apuros a Washington.

En meses recientes ha habido un “drástico incremento” de revelacion­es no autorizada­s a los medios e “incluso a adversario­s extranjero­s”, agregó Sessions.

“Valoramos el importante rol que juega la prensa y lo respetamos, pero no es ilimitado. No pueden poner vidas en riesgo con impunidad.

“Nadie tiene derecho a pelear subreptici­amente sus batallas en los medios revelando informació­n sensible del gobierno.

“Ningún gobierno puede ser efectivo cuando sus líderes no pueden discutir asuntos sensibles en confianza o hablar libremente con líderes extranjero­s”, añadió.

No obstante, según informes, el recién nombrado jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, comunicó a Sessions que su trabajo está a salvo, a pesar de la caótica agitación en la administra­ción.

Por otro lado, el Departamen­to de Estado informó que Estados Unidos comunicó ayer oficialmen­te su decisión de renunciar al acuerdo del clima de París.

Trump dejó este viernes la Casa Blanca para empezar unas vacaciones de 17 días en uno de sus clubes de golf. Esta vez viajará al Club Nacional de Bedminster, ubicado a 70 kilómetros al oeste de Nueva York.

Está previsto que la Casa Blanca será remodelada durante las vacaciones del presidente.

Desde su llegada al poder, Trump ha pasado muchos fines de semana en su residencia de Bedminster o en su propiedad de Mara-Lago, Florida, conocida como “la Casa Blanca de invierno”.

Según la prensa estadunide­nse, Trump toma más vacaciones que su predecesor, Barack Obama, a quien, sin embargo, criticaba constantem­ente por ese tema. El diario The Washington Post contó los días que Trump ha pasado en sus residencia­s o ha consagrado al golf. A finales de agosto, el mandatario habría tenido 53 días de “ocio”, frente a 15 de Obama en el mismo periodo.

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El mandatario estadunide­nse, Donald Trump, acompañado por sus nietos Arabella y Joseph Kushner, a su llegada Morristown, Nueva Jersey ■ Foto Afp

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