MARCELINO PERELLÓ Y LAS “BUENAS CONCIENCIAS”
El deceso de Marcelino Perelló es una muestra más de cómo la intolerancia de las “buenas conciencias” es capaz de arrasar con el agua sucia, la tina y el niño sin miramiento alguno al valor que a cada quien le corresponde por el cúmulo de sus actos en la vida. Perelló dio a la UNAM mucho de sí mismo. Fue un catedrático de matemáticas excelente durante muchos años, reconocido por un gran número de sus alumnos. Como jefe del Museo del Chopo dejó un legado de buen manejo, administrando ejemplarmente una institución que estaba descuidada y en bastante mal estado antes de que él entrara a poner orden. Fue partícipe, políticamente, del movimiento del 68, y no menor, pues tuvo que pasar bastantes años exiliado desde entonces. Su estilo provocador e irreverente fue uno de los rasgos inherentes a su personalidad durante, tal vez, su vida entera. Ese estilo fue el que, en un desafortunado momento, lo llevó a opinar sobre el alboroto periodístico en torno a un caso de violación. Y así es precisamente como hay que verlo. Por fallidas que fueran sus declaraciones, si ameritaron el cierre de su programa en Radio UNAM, nunca, jamás, justificaron el que se le arrebatara su cátedra de matemáticas. Protesto en contra de todos los que abogaron por quitarle sus clases sin ninguna razón válida, pero mucho más repudio a quienes manipularon este hecho administrativamente. Es preocupante ver cómo en los tiempos recientes campea en la UNAM un clima fundamentalista en torno a las cuestiones involucradas en el caso. Ese fundamentalismo es lo que en esencia se debería evitar alentar. Sin la presión de tantas “buenas conciencias”, estremecedoramente parecidas a las que condenan a la Constituyente venezolana sin ver la viga en el ojo propio, quizá hoy Marcelino Perelló seguiría vivo. de México, y a la Fepade, castigar a los responsables. No aceptamos que se violen nuestros derechos políticos e impedir que escuchemos las propuestas que hacen los diferentes partidos políticos. para defender soberanía y la cuarta reserva de petróleo mundial. Esta es la real disputa.
En este momento la confronta de clases se configura, por un lado, en la manifestación de los Estados-gobierno que se lanzan encabezados por Donald Trump contra Venezuela y, por el otro, la mayoría de los pueblos, y esto marca nuestro quehacer.
La sociedad mexicana, en un doble reto, debe trascender la disputa interna, lograr el convocado Paro Nacional el 26 de septiembre, ponerse a tono en la región y ser uno con Venezuela. Hoy nos toca a los latinoamericanos escribir nuestra historia con el sello de la casa, al que le sobra tinta y mucha clase. Oye, neocolonialismo, Latinoamérica para los latinoamericanos. Se hace una atenta invitación a la charla con el padre Alejandro Solalinde titulada La democracia como signo del Reino de Dios, que dará para la presentación del libro Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional, de Héctor Alejandro Quintanar. Los esperamos el martes a las 19 horas, en el Club de Periodistas, ubicado en Filomeno Mata 8, Centro Histórico. Guadalupe Hernández Correa y Vivian Bautista Ahúja. Hoy se realizará el foro La influencia de la Revolución de Octubre en el tercer mundo. Participan: Ángel Guerra Cabrera, Raúl Díaz, Ana Teresa Gutierrez del Cid y Demián Ávila. La cita es en Casa Lamm, Álvaro Obregón 99, colonia Roma, a las 19 horas.