La CNDH exhorta a luchar contra la violencia sin caer en el autoritarismo
La clave está en atajar la descomposición social, asegura González Pérez
México requiere acciones urgentes para atacar la violencia, pero se debe alejar la tentación de aplicar planes autoritarios que pongan en riesgo el respeto a la dignidad humana y que atenten contra los derechos fundamentales, señaló el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Sin políticas públicas consistentes que atajen la violencia y la descomposición social, “difícilmente se podrán reducir las desigualdades, la falta de oportunidades y la exclusión vigentes o propiciar el fortalecimiento del estado de derecho”, sostuvo en el Senado durante la conferencia Violencia y paz, diagnósticos y propuestas para México.
En México, dijo, desafortunadamente la paz no es una realidad para muchas personas en distintas regiones del país, donde diversos factores, pero sobre todo la violencia, la corrupción y la impunidad, han alterado las bases de la normal convivencia entre las personas, “cuestionando la validez y vigencia de las instituciones democráticas”. Agregó que en esos sitios las autoridades no han podido generar condiciones mínimas de garantía para la integridad física y patrimonial de los mexicanos.
Apuntó que la violencia en el país se debe reconocer, entender y dimensionar adecuadamente para tomar las medidas apropiadas, “para ello, se debe trascender del uso de la fuerza como herramienta básica y adoptar un enfoque compatible con lo que entendemos por seguridad humana, que atienda tanto el ámbito de la protección, como el de la prevención y, en específico en este último, de la educación”.
Desde hace tiempo, dijo, la CNDH ha puesto su atención en la violencia y la construcción de la paz, y recordó, en la celebración de los cinco lustros de este organismo, que ante los niveles de violencia que se viven, no podía haber lugar para la indiferencia o la insensibilidad y que se deben adoptar acciones responsables y compromisos inmediatos.
El diálogo, el entendimiento y el respeto a la ley deben prevalecer como las vías para la solución de los conflictos, agregó. Las políticas públicas que no se formulen “bajo un enfoque integral, sustentado en el respeto de los derechos humanos, producirán resultados parciales” sin trascender a la solución de las causas estructurales de la violencia. Ejemplificó que asumir la atención de las tareas de seguridad con enfoques meramente reactivos, “ha demostrado su ineficacia para resolver los problemas de fondo, llegando en algunos casos a propiciar, inclusive, mayor violencia”.