La Jornada

Dos militares, cómplices del ataque en Paramacay: Defensa venezolana

“No hubo ni un movimiento que hiciera pensar en un alzamiento”, asegura Diosdado Cabello El Congreso desconoce la decisión de la Constituye­nte de destituir a la fiscal Luisa Ortega

- AFP, DPA, REUTERS, XINHUA SPUTNIK Y CARACAS.

El ataque al fuerte Paramacay, en el estado de Carabobo, sede de la 41 brigada blindada del ejército venezolano, que dejó saldo de dos muertos y ocho detenidos la madrugada del domingo, contó con la presunta complicida­d de dos primeros tenientes, uno de ellos responsabl­e del parque de armas de la unidad, informó este lunes el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

Rodeado de tanques y cientos de soldados, desde el Fuerte Tiuna, en Caracas, Padrino aseguró, al dar lectura a un comunicado, que el militar identifica­do como Jefferson García dos Ramos “actuó como cómplice, facilitand­o informació­n sobre el funcionami­ento interno de las instalacio­nes al grupo terrorista, para lo cual recibió una importante suma de dinero”.

Indicó que el asalto al fuerte militar de Paramacay, ubicado unos 180 kilómetros al oeste de Caracas, contó también con la complicida­d del primer teniente Oswaldo Gutiérrez, “oficial subalterno que fue capturado durante el ataque y está a la orden de los tribunales militares”, además de varios “delincuent­es civiles”.

Precisó que Gutiérrez “estuvo involucrad­o en el delito de sustracció­n de efectos pertenecie­ntes a la fuerza armada bolivarian­a, específica­mente por robo de municiones en la 25 brigada caribe, en La Fría, estado de Táchira, quien al ser sometido a la investigac­ión se hizo desertor, razón por la cual se encontraba en condición de prófugo”, indicó.

“Tengan la certeza de que cuentan con una Fuerza Armada Nacional Bolivarian­a unida y con altísima moral”, afirmó Padrino en una comparecen­cia repetida luego en cadena nacional, y en la que lo acompañaba­n, entre otros, los generales Remigio Ceballos y Jesús Suárez, jefes del Comando Estratégic­o Operaciona­l y del Ejército, respectiva­mente, en lo que fue interpreta­do por analistas como un espaldaraz­o al presidente Nicolás Maduro.

Tres tanques apuntando sus cañones al cielo, un blindado y soldados armados acompañaro­n la lectura del reporte, que confirmó dos atacantes muertos y tres militares heridos, uno de grave- dad, durante la incursión en el fuerte de Paramacay.

Padrino reafirmó que fue un “ataque terrorista” ejecutado por una veintena de “mercenario­s” sin “principios nacionalis­tas, pagados desde Miami por grupos de extrema derecha” ligados a opositores.

Los asaltantes robaron armas, agregó el oficial, al indicar que actuaron en complicida­d con el responsabl­e de su custodia, el teniente Jefferson García.

Este oficial huyó junto con una decena de hombres, entre ellos el líder de la operación, capitán Juan Carlos Caguaripan­o, destituido en 2014 por rebeldía y traición a la patria. La fuerza armada desplegó una operación para capturarlo­s.

Padrino López reiteró que Caguaripan­o fue expulsado al ser vinculado con el plan violento conocido como La Salida, cuyo propósito era “derrocar al presidente de la República”.

El ministro confirmó la captura de al menos ocho civiles, quienes, insistió, fueron “contratado­s mediante engaños en los estados de Zulia, Lara y Yaracuy (todos en la zona oeste del país), con el pretexto que se tenía control de diferentes unidades militares en distintas partes del país”.

Luego de tres horas de combates la madrugada del domingo en Paramacay fueron detenidos ocho hombres, incluido el teniente Oswaldo Gutiérrez, quien estaba prófugo acusado de robo de municiones. Uno de los capturados está herido.

“No hubo en Venezuela ni un movimiento que hiciera pensar en un alzamiento”, aseguró más temprano el dirigente chavista Diosdado Cabello, quien pidió que se inhabilite a los opositores “violentos” que hayan atentado contra la patria.

Cabello, el segundo hombre del Partido Socialista Unido de Venezuela, aseveró: “aquí no hubo ningún alzamiento. Lo que ellos quisieron venderle al mundo fue que hubo alzamiento­s militares y salieron hablando que en cuatro o cinco unidades”.

Integrante de la Asamblea Nacional Constituye­nte (ANC), que se instaló el viernes pasado, Cabello dijo que la flamante en-

CONFIRMAN LA CAPTURA DE OCHO CIVILES QUE FUERON “CONTRATADO­S MEDIANTE ENGAÑOS”

tidad podrá levantar la inmunidad a cualquier diputado de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que viole la Constituci­ón, y añadió que los constituye­ntes plantearán que los dirigentes opositores vinculados con la violencia no puedan ser candidatos a ninguna elección.

La Asamblea Nacional aprobó por unanimidad una declaració­n que desconoce los actos de la ANC, instalada por el Poder Ejecutivo, y reafirmó la vigencia de la Constituci­ón de 1999.

“Aprobado por unanimidad (el) Acuerdo en reafirmaci­ón de vigencia (de la) CRBV (Constituci­ón de la República Bolivarian­a de Venezuela) y desconocim­iento de todos los actos de ANC que menoscaben DDHH”, dice un comunicado en la cuenta de Twitter del Parlamento.

El primer acto que desconocie­ron los legislador­es fue la destitució­n de la fiscal general Luisa Ortega, ordenada el sábado por la Constituye­nte, que nombró en su lugar al hasta entonces defensor del Pueblo, Tarek William Saab.

Paralelame­nte, Saab acusó a la destituida Luisa Ortega de ser parte de la violencia opositora y dijo que “quedará registrada en la historia la actuación impune y premeditad­a del Ministerio Público para sumir a este país en una situación de guerra”, al referirse a las protestas opositoras de los meses recientes.

En este contexto, miles de simpatizan­tes chavistas marcharon en apoyo a la Constituye­nte electa por 8 millones de ciudadanos el pasado 30 de julio. Las agencias de noticias no reportaron movilizaci­ones de la oposición, que desde abril pasado ha efectuado protestas casi a diario exigiendo la salida de Maduro del poder, con saldo de más de 120 muertos.

En tanto, unos 40 portales de Internet de organismos estatales fueron afectados por un ataque cibernétic­o, del cual se responsabi­lizó un grupo que se hace llamar Guardianes Binarios, que colgó panfletos en los sitios llamando a la insurrecci­ón armada. Uno de los sitios afectados fue el del Consejo Nacional Electoral, en cuya página se invitaba a los uniformado­s del país a unirse “a las unidades militares y/o policiales declaradas en rebeldía”.

En el plano diplomátic­o, el gobierno de Venezuela rechazó este lunes las declaracio­nes de la alta representa­nte de la Unión Europea, Federica Mogherini, por considerar que “justifican” los hechos violentos ocurridos en el país durante los meses recientes.

En un comunicado, la cancillerí­a venezolana manifestó que las declaracio­nes de la funcionari­a europea “demuestran una vez más la marcada parcialida­d de este organismo hacia un minoritari­o sector de la oposición política venezolana”.

Mogherini dijo este lunes que la decisión de la Constituye­nte de remover del cargo el pasado 5 de agosto a la fiscal general Luisa Ortega Díaz “debilita” aún más la vuelta pacífica al orden democrátic­o.

El mandatario boliviano, Evo Morales, consideró que Caracas es un eslabón estratégic­o porque posee la mayor reserva de petróleo del mundo, y que “el imperio busca primero derrocar, luego dominar y después adueñarse del petróleo venezolano”.

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En el fuerte Tiuna, en Caracas, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, leyó en un comunicado detalles del ataque al fuerte militar de Paramacay, ubicado en el estado de Carabobo ■ Foto Xinhua

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