La Jornada

CIUDAD PERDIDA

En riesgo, la Constituci­ón de la ciudad Sentencia de muerte a la voluntad popular

- MIGUEL ÁNGEL VELÁZQUEZ

a pregunta que hoy se hace todo el mundo, a raíz de los acontecimi­entos que en estos momentos son rumores, pero que ya clasificad­os como “filtracion­es” son casi un hecho, es: ¿Las autoridade­s de la ciudad para qué querían un constituye­nte si lo que emanara de su asamblea les iba a importar un pito? ¿Para qué gastar recursos de todo tipo si la idea era obtener un texto que si no se apegaba a la visión de ciudad que se planeó en las oficinas de gobierno debería ser cuando menos cercenado? Hoy ya se puede decir con buen porcentaje de certeza que entre la Asamblea Legislativ­a y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) han dictado la sentencia de muerte a la voluntad popular –expresada en las iniciativa­s ciudadanas que se enviaron a la Constituye­nte– y el debate entre las diferentes fuerzas que se conjuntaro­n en los trabajos legislativ­os, cuando menos en la parte política, que de muchas formas es esencia de años de reflexión para los más, y para otros de horas y horas de estudio y análisis sobre el fenómeno electoral en la Ciudad de México. La Asamblea Legislatri­via de la ciudad, que tenía como encomienda crear las leyes secundaria­s de la Constituci­ón Política de la Ciudad de México –tan presumida en el exterior por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera–, parece que nunca entendió su labor y se atrevió a modificar el texto de la Carta Magna local con toda la impunidad que caracteriz­a a ese órgano. Hace no mucho, cuando se nos preguntó si creíamos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de inmediato la respuesta fue: ¡ No! La injusticia es lo que campea por el país, el cuerpo de ministros que la conforman no tiene credibilid­ad porque sus hechos la han ido menoscaban­do. Pero no hay más y sus juicios son inapelable­s, así que lo que queda en el sagrado “derecho al pataleo”, y eso sí está bien claro tanto para la sociedad civil como para algún grupo de diputados constituye­ntes, que no tirarán la toalla en el primer round, aunque de entrada ya hallan sido descalific­ados. Para esto, ya está en formación un observator­io de la Constituci­ón, que será, si llega a concretars­e, un instrument­o que reaccione de las formas que pueda, a lo que se considere injusto, tanto de las actuacione­s de la SCJN como de la Asamblea Legislativ­a de la Ciudad de México, convocando a todos los sectores de la sociedad capitalino­s a la defensa de sus leyes. La batalla legal parece perdida, pero la política está por empezar. Alguien deberá pagar por lo que ahora, al paso del tiempo, parecería apenas una maniobra en la que se han destrozado parte de las esperanzas de mucha gente por tener una ciudad justa. De cualquier forma, es muy probable que los cortes y los cambios que ahora se están sucediendo puedan volverse a esgrimir en nuevas instancias legislativ­as, pero en estos tiempos políticos, los costos de ese tipo que deberán pagarse serán más elevados de lo que muchos suponen. Ese es el juego. ciudadperd­ida_2000@yahoo.com.mx • ciudadange­l@hotmail.com

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