Cuestiona la oposición transparencia en las elecciones primarias en Argentina
En este momento el Frente para la Victoria necesita fortalecer la militancia: diputado Larroque
A menos de una semana de las elecciones primarias de cara a las legislativas del próximo 22 de octubre, sectores de oposición ponen en duda la transparencia electoral por la contratación irregular de una empresa ligada al gobierno del presidente Mauricio Macri que tendrá a cargo el conteo provisional, en momentos en que la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner encabeza la intención de voto para senadora por Unidad Ciudadana con ventaja de entre seis y 10 puntos sobre el candidato oficialista de Cambiemos, Esteban Bullrich.
Algunas encuestas vaticinan el segundo lugar para Sergio Massa, de la coalición Un País, y en tercer sitio a Bullrich. En los tres casos son alianzas políticas para esta circunstancia. Las elecciones del próximo domingo concentran todo el interés en la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande de Argentina.
La alianza Cambiemos, que encabeza Macri, de la derechista Propuesta Republicana (PRO), se juega el futuro, ya que una derrota ahí sería clave para debilitar la coalición oficialista hacia las generales de 2019.
El fenómeno interesante es que las consultoras definen que Fernández de Kirchner congrega muy especialmente a los jóvenes en todo el país y en sus presentaciones la siguen miles de personas.
Precisamente uno de los hechos más importantes durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fernández (2007-2015) fue la recuperación de la política, y especialmente de una juventud que fue desarrollándose en la lucha cotidiana para enfrentar al poder económico surgido en buena parte de la pasada dictadura militar (1976-1983), y de la dictadura neoliberal de los años 90, con sus ficciones de democracia.
El diputado del Frente para la Victoria (FpV), Andrés Larroque, fundador y dirigente de La Cámpora, organización que rodeó a Fernández de Kirchner durante su administración, sostiene, entrevistado por La Jornada, que “este es el momento en que se necesita fortalecer la militancia como tarea prioritaria y la organización en defensa del país, que virtualmente está siendo entregado”.
Advierte que “el kirchnerismo ha sufrido los ataques de la prensa monopólica desde siempre y puede decirse que la relación de los medios ligados a la oposición es extorsiva. Este gobierno no mide costos políticos, cumple objetivos precisos como las operaciones de la derecha macrista para destruir al Frente para la Victoria, anular a Cristina metiéndola presa inventando causas sin pruebas”.
CRISTINA FERNÁNDEZ ENCABEZA LA INTENCIÓN DE VOTO PARA SENADORA POR UNIDAD CIUDADANA
Al analizar lo sucedido en las elecciones de finales de 2015, cuando triunfó Macri, ligado a la Fundación Heritage de Estados Unidos, Larroque expone: “en primer lugar no se terminó de dimensionar lo que significó el modelo popular, la profundidad de la disputa. De alguna manera, al avanzar muchas veces pareció que todo se lograba fácilmente. No se podía analizar la dimensión de lo que estaba sucediendo. Nosotros fuimos desacreditados, estigmatizados.
“A partir de ahí pudo comenzar una política para equilibrar. La ley de medios fue para eso. Y no se llegó. La realidad es que el ‘partido judicial’ interrumpió la aplicación de esa ley. Quisimos hacer una reforma judicial. No lo hicimos del todo bien porque no logramos explicar al conjunto de la sociedad qué se buscaba con eso, y la velocidad de los medios fue mucho mayor para construir un sentido negativo sobre esa reforma”.
En relación con la persecución política, cada vez más evidente, Larroque señala que “la detención ilegal de Milagro Sala fue parte del plan de este gobierno para amedrentar a la militancia. Creo que les quedó claro que no pudieron contra la militancia popular. Carpetazos a diestra y siniestra”, dice acerca de que los servicios de inteligencia macristas utilizan información sobre diversos políticos o dirigentes sindicales, como extorsión para inmovilizarlos u obligarlos a trabajar para ellos en una acción propia de las mafias.
Ante las grandes y permanentes manifestaciones de protesta contra la política del gobierno actual opina que “estamos vien- do un empoderamiento de derechos por parte de la población. Esto se ve en las movilizaciones de trabajadores y movimientos sociales contra los despidos, como se hizo ante el veto del presidente a la ley antidespidos votada en el Congreso. Yo creo que no estamos en los 90. Una cosa son los 90, cuando no se acarreaba una situación de traición de cierta dirigencia del movimiento obrero y además nuestro país venía muy traumado por la hiperinflación y venía de un genocidio y de un golpe conceptual y cultural muy fuerte”.