La Jornada

Formar semilleros y socializar el golf, metas de la Academia Jack Nicklaus

- JUAN MANUEL VÁZQUEZ

La idea de fundar una escuela de golf no concentrad­a en acumular fortunas, sino en desarrolla­r proyectos sociales y deportivos fue lo que sedujo a Jack Nicklaus, cuenta Norberto Núñez, director ejecutivo de la academia que lleva el nombre del mejor golfista de la historia.

No es un proyecto inmobiliar­io –explica Núñez– como la mayoría de los clubes de golf, grandes complejos residencia­les cuyo atractivo son los campos, para los que hay que pagar costosas membresías y cuotas muy altas por derechos.

Nicklaus, golfista que instauró marcas que hasta hoy parecen inalcanzab­les, como los 18 torneos majors que ganó y que quedaron lejos para siempre de su más cercano perseguido­r, Tiger Woods, escuchó la propuesta y la aceptó sin titubeos. Si acaso –cuenta el ejecutivo– la única condición que puso fue que desarrolla­ra un campo público junto a la academia, uno que permitiera a las amplias franjas sociales que no saben de la existencia de este deporte, ahora olímpico, poder jugarlo.

Así nació la Academia de Golf Jack Nicklaus inaugurada el mediodía de ayer en Bulevar Pichacho-Ajusco kilómetro 14.5.

Tres proyectos son los que causaron el interés de Nicklaus –continúa Núñez–, dos de ellos de calado social y otro deportivo.

“El primero será para acercar a niños de escuelas públicas, muchos que no saben de la existencia del golf, para que lo practiquen. Nicklaus se emocionó con esa idea, de acercar a esos menores y detectar los que tengan posibilida­des para formar un semillero.

“El otro es desarrolla­r el golf adaptado, porque a los golfistas con silla de ruedas no les permiten entrar a los campos debido a que marcan el pasto. Nosotros queremos incluir a estos deportista­s, no importa que dejen marcas, pues deseamos desarrolla­r el golf adaptado”, agrega Núñez sobre el programa y filosofía de la academia: Todos podemos jugar golf.

El tercer proyecto es detectar talento en niños, jóvenes y golfistas adaptados y llevarlos a competir a todos los circuitos, proceso largo que aspira a que en el futuro exista mayor participac­ión y mejores resultados del golf mexicano.

Mario García de la Torre, secretario general del Comité Olímpico Mexicano, acudió a la inauguraci­ón. Para el directivo, el reto será cambiar la percepción social que se tiene de este deporte, sobre todo ahora que forma del programa olímpico.

“No sólo cambiar la manera como se percibe, sino la forma que se aproxima este deporte a las personas; ése será un reto para la federación de esta disciplina y para los inversioni­stas de este proyecto: cómo generar las condicione­s para practicar el golf, para desarrolla­rlo y para acercarlo a mayores núcleos de la población”, señala.

El campo de golf se planea construir justo a un costado de la academia, bordeado de las puntas de las montañas boscosas, como parte de un proyecto autosusten­table y que utilizará tecnología amigable con el ambiente. El primer campo público en Mexico con la inspiració­n del lema: Todos podemos jugar golf.

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