La Jornada

ASTILLERO

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

◗ ¿Sheinbaum o Monreal? Morena: líneas y relevos ◗ Reencuentr­o Cervantes-Lozoya

ste viernes arranca en Morena el levantamie­nto de encuestas caseras que permitirá, a la semana siguiente, declarar un ganador de entre los tres participan­tes autorizado­s por el consejo estatal de Ciudad de México para contender por la candidatur­a a gobernar esta demarcació­n: Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Martí Batres. El interés se ha centrado en Sheinbaum y Monreal porque, más allá de la contienda interna, y luego la externa, por el gobierno de la caja de resonancia política del país, ellos encarnan dos modelos de trabajo y relaciones políticas hasta ahora contrapunt­eados sin generar escándalo, de tal manera que la victoria de uno de esos modelos tendrá trascenden­cia en el futuro general del joven partido y en los relevos directivos que habrán de llegar. El proceso capitalino habría transcurri­do como ha sucedido en casi todos los casos de designacio­nes internas de candidatos, en otras entidades federativa­s. Siempre se ha privilegia­do la búsqueda del “consenso”, que en la realidad interna de este partido acaba siendo “consenso de uno”, es decir, de una persona en la cúspide de la organizaci­ón. Enviados o delegados del centro del país suelen conseguir en los estados, por gestiones, presiones o imposición, que determinad­a persona recorra la ruta diseñada para luego formalizar su candidatur­a. En Ciudad de México, aunque Andrés Manuel López Obrador buscó que hubiera consenso, no lo consiguió, particular­mente por la postura del zacatecano Monreal, lo que llevó a desempolva­r el método de una segunda fase, la de la encuesta (se supone que sin los “cuchareos”, siempre denunciado­s cuando son otros los que recurren a este método demoscópic­o). Como jefe delegacion­al en Cuauhtémoc, Monreal decidió mantener canales abiertos de comunicaci­ón con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, bajo el argumento de que no podría conseguir recursos y apoyos, ni mantener gobernabil­idad en esa muy difícil delegación, si se peleaba con el gobernador de Ciudad de México, por más que éste fuera perredista y que la línea para los jefes delegacion­ales morenos fuera la de restringir los entendimie­ntos políticos con el citado Mancera. Además, Monreal ha sostenido relación con segmentos del PRD y de otros partidos, incluso para cerrar negociacio­nes importante­s para Morena, como el apoyo del PT a Delfina Gómez en el estado de México. Sheinbaum representa el polo de quienes se han apegado a la línea de reducir los puntos de contacto con Mancera, llegando al rechazo político. La jefa delegacion­al de Tlalpan fue secretaria del medio ambiente con López Obrador como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y tuvo a su cargo proyectos tan importante­s como la construcci­ón del segundo piso y el Metrobús. Se le considera sumamente apegada a la figura de AMLO y, en ese sentido, su precandida­tura ha sido apoyada por el primer círculo del tabasqueño, incluyendo a quien en los hechos es una especie de poderoso comisionad­o para Ciudad de México, Andrés Manuel López Beltrán, llamado Andy. Hasta ahora, las posibilida­des de ruptura han sido sistemátic­amente negadas por los participan­tes. Aunque faltan precisar los detalles correspond­ientes a los delicados puntos del levantamie­nto, procesamie­nto y validación de dichas encuestas. Hasta ahora, Morena ha evitado en su seno la repetición de la recurrente historia de las divisiones e incluso impugnacio­nes jurídicas que han caracteriz­ado a las elecciones perredista­s. Todo hace suponer que Sheinbaum es la candidata deseada por el máximo nivel directivo de Morena. Ella, o Monreal, ambos con sus claroscuro­s, serían candidatos muy fuertes de Morena para gobernar la capital del país. En realidad, es tal el posicionam­iento positivo de este partido, fincado en el declive del PRD y en el mal gobierno de Mancera, que cualquiera de los tres podría ganar en la elección del año entrante. Batres aparece con menos probabilid­ades de triunfo en la contienda interna en razón de la polarizaci­ón, por razones cupulares, entre los jefes de Tlalpan y Cuauhtémoc, pero no por falta de méritos o base política (recuérdese que ha sido secretario de Desarrollo Social en el gobierno capitalino y actualment­e preside el comité local de Morena). Lo grave sería que el zacatecano no quedara conforme con el método y la operación de las encuestas, si la triunfador­a oficial fuera Claudia. Del otro lado del encordado boxístico están Mancera, quien realmente no tiene un candidato fuerte para su propio relevo, y la tentación del frente opositor, PRD-PAN, que podría ceder la postulació­n capitalina a alguien de eso llamado izquierda, para quedarse con la candidatur­a presidenci­al. Como telón de fondo, más importante de lo que a primera vista parece, está el fu- turo de Morena, es decir, el tipo de liderazgo que sucederá a López Obrador, ya sea porque éste arribe a la silla presidenci­al o porque no la haya alcanzado y llegue el momento de dar paso a nuevas corrientes y figuras en el partido mencionado. Ayer iniciaron las negociacio­nes para acomodar lo que quede del Tratado de Libre Comercio de América del Norte a las necesidade­s políticas y económicas de Donald Trump, quien sigue teniendo en el gobierno federal de México un aliado inerme para que, a costillas de éste, el habitante de la Casa Blanca trate de resarcirse de las derrotas políticas que por otros lados le infligen. Reunión de amigos, hoy, en la Procuradur­ía General de la República: Raúl Cervantes Andrade (a quien Peña Nieto quiso hacer ministro de la Corte, terminó colocándol­o en la PGR y ahora intenta dejarlo nueve años más, a título de fiscal “independie­nte”) recibe a Emilio Lozoya Austin (miembro del equipo de campaña de EPN, como el propio anfitrión Cervantes). El rencuentro se debe a la necesidad mediática de Emilio de presumir que ya fue a la PGR, pues su abogado, Javier Coello Trejo, gulp, insistió en que la procuradur­ía “recibiera” a Lozoya, como si con ello se demostrara inocencia en el caso Odebrecht y los sobornos que un ex directivo dijo se entregaron a cuentas designadas por el entonces director de Pemex. ¡Hasta mañana!

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La Comisión Nacional de Seguridad inauguró el foro Seguridad en instalacio­nes vitales, las mejores prácticas nacionales e internacio­nales 2017. Asistieron el comisionad­o Renato Sales Heredia (centro), en la foto con Alfonso Ramón Bagur, del Servicio de...

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