Retrospectiva del enfant terrible Yves Klein llega al Muac
■ La exposición reúne 75 obras de quien fue pionero en muchas expresiones del arte actual ■ En diciembre el Museo Experimental El Eco será intervenido y una parte pintada de azul; Mathias Goeritz, creador de ese recinto, colaboró con el creador francés
de oro. El adquirente obtiene un recibo de compraventa que debe quemar, al mismo tiempo que la mitad de los lingotes de oro son arrojados en el río Sena, en una acción ejecutada por el artista y documentada en la muestra.
SU OBRA EN NARANJA MATE FUE RECHAZADA POR EL SALON DES RÉALITÉS NOUVELLES
Respecto de la preferencia de Klein por el azul, Moquay explicó que en algún momento se le sugirió al artista que eligiera un solo color y él, que era de Niza, dijo: ‘‘el agua de las playas es azul, el cielo también. El azul es mi mundo”.
Cuando Klein se fue a París, en Montparnasse encontró un vendedor que surtía a los artistas que le recomendó un producto nuevo que, combinado con la pintura, protegería la calidad del color frente el paso del tiempo.
El problema fue que era una sustancia muy tóxica, la cual requería del empleo de una máscara, precaución que no tuvo Klein. Moquay dijo que durante el trabajo en la Ópera de Gelsenkirchen, el artista pasó varios meses inhalando las toxinas de las esponjas que humeaban. A los 34 años sufrió tres infartos, uno tras otro, y falleció.
A modo de ‘‘eco”, el próximo diciembre el Museo Experimental El Eco será intervenido y una parte pintada de azul, como un territorio de acción, pues Mathias Goeritz (1915-1990), creador del recinto, conoció a Yves Klein en Europa.
Luego, en 1960, el francés tuvo contacto por carta con el artista de origen alemán, cuando éste era editor de la sección de cultura de la revista Arquitectura y buscaba una colaboración de Klein.
En el museo El Eco se mostrarán obras de otros artistas contemporáneos que funcionarán a manera de intervenciones.