Versión de Fausto para títeres y un solo actor retrata nuestro lado oscuro
Mefistófeles nos recuerda que la condición de inconformes puede llevarnos a vender el alma
interactúa con el espectador, hace preguntas sobre Goethe y afirma que conoce los pensamientos de todos los hombres y que parte de la naturaleza humana es desear todo lo que no se tiene. También aclara que en el montaje no se cuenta toda la obra Fausto, porque es muy extensa, así que hace la invitación para una lectura completa.
‘‘Si creen en Dios, creen en mí”, afirma Mefistófeles al comenzar la escenificación, la cual de manera divertida y con referencias a la circunstancia actual del país, cuenta la historia del doctor Fausto y su obsesión por saber más, así como su relación con la joven Margarita.
A lo largo de la trama, Mefistófeles se interrelaciona con los personajes y conoce cada uno de sus deseos, crea un vínculo entre ellos y se convierte en el alma de todos, de ahí que sea el cuento del demonio. Se trata de su versión, de aquello que los humanos están dispuestos a hacer para lograr sus deseos.
Temas de la cotidianidad
La puesta en escena de Olivares crea un espacio en el que se transita por todos los escenarios planteados en la obra original de Goethe. Recurre a elementos escenográficos, como una paleta que es una iglesia, otra es una casa y una silla para recrear la historia de Fausto.
Uno de los propósitos de Iván Olivares, como director, es que el público reflexione sobre la lucha interminable entre lo bueno y lo malo, la religión, la felicidad y el amor, temas inherentes a la cotidianidad de todos.
COMO ESA OBRA DE GOETHE ES MUY EXTENSA, INVITAN AL PUBLICO A LEERLA COMPLETA
Emmanuel Márquez, quien además de interpretar a Mefistófeles manipula los diferentes títeres que aparecen en escena, con humor, logra que el público se conecte con las vivencias de Fausto y sus deseos, que finalmente son los de todas las personas.
Fausto: un cuento del demonio no sólo refleja las debilidades de la persona, también provoca sonrisas en el público, sobre todo cuando llega el momento en que el doctor Fausto rejuvenece y conoce a su amada Margarita.
La temporada de la versión compuesta para un solo actor con títeres de Fausto: un cuento del demonio, con Emmanuel Márquez, concluirá el 12 de septiembre en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro); funciones lunes y martes a las 20 horas.