Las mujeres deben caminar sin temor a ser violentadas, exige Café Tacvba
La voz de apoyo a los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y a las mujeres que sufren violencia fue la que lanzó Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, en el primer Festival Tecate Comuna. Una ciudad independiente.
La noche del sábado en las Canchas Xaltepec, ante cientos de fans, el cantante expresó que esperaron pacientes la participación de la banda, luego de dos fuertes aguaceros: “Este es un pensamiento por aquellos que se manifiestan con libertad y para que no haya más violentados ni desaparecidos”.
¡Arriba las muchachas!
También lo es, prosiguió, para las mujeres, “que pueden ser nuestras madres, tías, primas o hermanas, para que siempre estén cuidadas y caminen por la calle sin temor a ser violentadas. ¡Arriba las muchachas!”.
Además, subrayó, “este mundo que ya se está cayendo; necesita la energía femenina, y es necesario que las mujeres tomen liderazgo y agarren el volante, porque ustedes saben cómo llevarnos, y eso va a ser más suave, más compasivo y más amoroso”.
En el concierto que ofrecieron los tacubos como parte del programa que incluyó a casi una veintena de agrupaciones, se escucharon sus célebres canciones, como Las batallas, Eres, Cómo te extrano mi amor y Las Flores.
“Saben cuál es mi aroma favorito? ”, preguntó, frenético, Albarrán a la multitud y respondió a la vez: “la-vanda, huele a En primer plano, Rubén Albarrán, vocalista de puro la banda”. Bromeó sobre los aguaceros que cayeron antes de su presentación, a medianoche, y sobre el lodo en que esta- ban circulando y bailando los empapados fanáticos del rock.
Antes, estuvieron sobre los escenarios Tecate y Comuna, Los Cafres, Carla Morrison y Crystal Castles. A Morrison le tocó iniciar su presentación luego de un receso de más de 40 minutos por el primer aguacero que obligó a los organizadores y técnicos a dejar en buen estado los escenarios que habían recibido sin receso, desde mediodía, a los grupos nacionales e internacionales.
Después de Morrison, la música electrónica y experimental de Crystal Castles comenzó a encender los ánimos con las luces multicolores y obligó a los fanáticos a sacudir los impermeables y a bailar sobre el césped todavía más lodoso por un segundo aguacero que cayó pasadas las 22 horas.
Para cerrar el programa, apareció El Cártel de Santa, grupo de hip hop, que fue recibido con aplausos de los poblanos, quienes alzaban las manos cada vez que Eduardo Dávalos, vocalista, los incitaba con sus pegajosas rolas.
El festival, que según los organizadores, congregó a más de 3 mil personas que escucharon más de 12 horas de música empapados y bailando en el agua lodosa, moviéndose entre calor de los cuerpos y olor a mariguana, cerró por la madrugada con lo mejor de El Cártel de Santa, que cumplió con los expectativas de sus seguidores locales.