LAS REBANADAS DEL PASTEL
La Cepal detalla que el número de empresas exportadoras y las exportaciones están altamente concentradas, y la tendencia es que se concentre aún más. En 2005, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, 37 mil 344 empresas participaban en el mercado exportador (en proporciones brutalmente desiguales, desde luego); para 2016 el número se había reducido a cerca de 34 mil, pero el ingreso asociado creció y creció, mientras el país y sus habitantes se mantienen en la lona. En el primero de los años citados las compañías realmente beneficiarias del comercio exterior sumaban 601 (no necesariamente mexicanas) y apenas representaban 0.02 por ciento del universo empresarial del país. En el segundo, sumaron 340 y significaron 0.8 por ciento de dicho universo, mismas que acaparan 73.3 por ciento de las exportaciones y del ingreso que tal actividad genera. Como ayuda de memoria vale mencionar que los censos económicos 2014 –levantados por el Inegi– registraron que ese año existían en el país 4 millones 230 mil unidades económicas legalmente inscritas y con personal ocupado (sectores privado y público; comerciales, la mitad de ellas), 40 por ciento más que en 2003, cuando sumaron poco más de 3 millones. Y con base en ese dato se sabe que es mínima la participación de las empresas mexicanas en la actividad exportadora. El organismo especializado de la ONU señala que entre 2002 y 2008 las firmas exportadoras de América Latina crecieron en general a una tasa más elevada que el número total de empresas y que los aumentos de la población, lo que abrió algunas esperanzas de que disminuyeran las brechas con los países desarrollados. Sin A toda máquina: ¿será que Ricardo Cervantes, actual procurador general de la República y delfín de Peña Nieto para encabezar la supuesta “fiscalía anticorrupción”, pretende combatir velozmente la ilegalidad con un Ferrari registrado con información falsa? Igual decide que Emilio Lozoya sea su copiloto. Sería un gran comienzo.