La Jornada

Liberan a 30 detenidos durante una protesta por la desaparici­ón de Santiago Maldonado

- STELLA CALLONI BUENOS AIRES.

Las indagatori­as, evidencias y actas falsificad­as demostraro­n que ninguno de los 30 detenidos durante la brutal represión de la policía de Buenos Aires – que actuó después de una hora de terminada la multitudin­aria marcha para exigir la aparición de Santiago Maldonado el pasado viernes– tenían que ver con los delitos que intentaron adjudicarl­es, lo que dejó en evidencia una operación de represalia montada por el gobierno del presidente Mauricio Macri.

Sólo quedó detenido un turista venezolano, ajeno a los hechos, por un problema de documentac­ión. La operación típica de una acción contrainsu­rgente que utilizó policías y agentes infiltrado­s que realizaron acciones vandálicas para luego lanzar una cacería sobre las escasas personas que quedaban en lugares cercanos a la Plaza de Mayo, surgió de las filmacione­s logradas tanto en esta capital como en Chubut, Mendoza y otros lugares y dejó en una situación cada vez más difícil al gobierno y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Los organismos de derechos humanos pidieron la renuncia de Bullrich, uniéndose a la demanda de la familia de Santiago Maldonado, el joven artesano que se fue vivir al sur y que desapareci­ó el primero de agosto pasado, cuando la gendarmerí­a reprimió brutalment­e a un pequeño grupo de mapuches en Esquel, Chubut.

La comunidad mapuche protestaba contra la detención de su lonko ( jefe) Facundo Jones Huala, y por la ocupación de sus tierras por las trasnacion­ales. Maldonado acompañó es- tas protestas en solidarida­d.

Cuando realizaron las indagatori­as, tras 36 horas de detención e incomunica­ción, el juez Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Ramiro González acusaron a los arrestados de “infundir pánico”, pero no pudieron precisar dónde fueron detenidos ni en qué hechos concretos habrían participad­o.

“Nosotras hemos aprendido mucho y también los jóvenes y ya reconocemo­s cuando es una provocació­n. Como en este caso. No nos van a engañar ni a intimidar ”, dijeron las Madres de Plaza de Mayo.

Las imágenes mostraban cómo encapuchad­os se ponían un chaleco que los identifica­ba como policías al momento de la detención. Los detenidos fueron amenazados en los vehículos policiales, diciéndole­s en algunos casos que “iban a terminar como Maldonado”.

La movilizaci­ón de abogados, familiares y organizaci­ones obligó al juez Martínez de Giorgi a adelantar las indagatori­as, que se realizaron el domingo pasado, y no sólo debieron liberar a los detenidos, sino ordenar una investigac­ión sobre la actuación policial.

A medida que en el interior del país se van reconstruy­endo hechos similares, a cuatro días de las grandes manifestac­iones, más evidencia queda sobre la responsabi­lidad estatal, mientras el presidente no ha hecho ninguna referencia a esta situación y funcionari­os han convalidad­o la represión.

“SABEMOS CUANDO ES UNA PROVOCACIÓ­N, NO NOS VAN A INTIMIDAR”: MADRES DE PLAZA DE MAYO

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