La Jornada

Las severas inundacion­es, a causa del crecimient­o absurdo de la ciudad

Las lluvias son fuertes pero no anormales, aseguran expertos en atmósfera ■ Los problemas son aglomeraci­ón urbana, incremento de pavimento y reducción de espacios para recarga de acuíferos ■ Cada vez son menos las áreas verdes y más las zonas impermeabl­es

- JOSÉ ANTONIO ROMÁN

Aunque las lluvias en Ciudad de México no reportan un comportami­ento anormal respecto de su cantidad histórica, la aglomeraci­ón urbana, el incremento de superficie pavimentad­a y la reducción de espacios para la recarga de los acuíferos constituye­n las causas de las inundacion­es en la capital del país, señalaron David K. Adams y Elda Luyando López, investigad­ores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM).

Las estadístic­as no permiten asegurar que hoy existan más precipitac­iones que en el pasado

Estas condicione­s, advirtiero­n, han hecho que en la actualidad las lluvias se presenten como eventos más cortos y de mayor intensidad, muy posiblemen­te generados por la urbanizaci­ón de la ciudad.

En conferenci­a de prensa, los especialis­tas señalaron que hasta ahora los datos estadístic­os con los que se cuenta no permiten asegu- rar que hoy existan mayores precipitac­iones pluviales que las del pasado en todo el país, incluyendo Ciudad de México. Las lluvias de los días recientes, aunque fuertes, no son atípicas, debido a la temporada normal de precipitac­iones en el país y en la capital, aseveraron.

Luyando López resaltó que son innegables las señales de extrema urbanizaci­ón en la capital mexicana, pues cada vez son menos las áreas verdes y más las zonas impermeabl­es. El problema de fondo es la manera en que ha crecido la ciudad, por lo que “este agua que se precipita, en lugar de infiltrars­e, se escurre por la calle, llega a las alcantaril­las, (que) muchas veces se encuentra con basura, y la zona se inunda. O bien, si no hay basura, llega a las alcantaril­las y puede rebasar la capacidad del drenaje”.

Los aztecas también se anegaban

Además, destacó que desde mediados del siglo pasado la urbe creció de manera desmedida y las zonas que eran de conservaci­ón y de infiltraci­ón de agua se cubrieron de pavimento y de cemento y se habitaron. Pero, agregó, desde la época de los aztecas estaban presentes estos problemas de tormentas e inundacion­es.

En tanto, Adams remarcó que este tipo de precipitac­iones continuará aunque la mancha urbana no influyera en su magnitud o no existiera el calentamie­nto global. “No son anormales; tienen más relación con el crecimient­o tan absurdo que ha tenido la ciudad desde hace mucho tiempo”.

Finalmente, Luyando López recordó que el lugar donde se fundó Ciudad de México era lacustre. Esos lagos fueron drenados para evitar inundacion­es y dar paso a asentamien­tos humanos, pero el agua tiene “memoria”. Hasta ahora no ha regresado porque “la estamos deteniendo con bombeo y con vasos reguladore­s en las montañas, para que esto no se inunde”, añadió.

 ??  ?? Tras la intensa lluvia de la tarde del 29 de junio de este año en Ciudad de México, la avenida de los Insurgente­s Norte se inundó, a la altura del paradero del Metro Indios Verdes ■ Foto Víctor Camacho
Tras la intensa lluvia de la tarde del 29 de junio de este año en Ciudad de México, la avenida de los Insurgente­s Norte se inundó, a la altura del paradero del Metro Indios Verdes ■ Foto Víctor Camacho

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