CIUDAD PERDIDA
Los nombres del frente
unque el proceso aún no termina y faltan algunas cosas por definir, ya hay en la Ciudad de México una visión muy cercana a la realidad inmediata que da idea del rumbo que tomarán las precandidaturas a la jefatura de Gobierno por el Frente Amplio Democrático, las cuales habrán de resolverse de la única manera que conocen sus protagonistas: mediante una encuesta. Está claro –cuando menos eso parece– que el PRD mandará por sus colores a Alejandra Barrales; en el PAN todos suponen que su representante será Xóchitl Gálvez, y hay rumores fuertes que advierten que Ricardo Monreal, quien sigue militando en Morena, en espera de que lo corran para convertirse en víctima, jugará en esa encuesta por Movimiento Ciudadano. Para el Partido Verde, para Nueva Alianza y para Encuentro Social, que al parecer también formarán parte del FAD, la candidata será Alejandra Barrales, lo que, cuando menos por el mo- mento, la pondría con un pie adelante de sus competidores en caso de que esos sean los que se comentan entre las líneas partidistas. No obstante, habría que decir que Monreal aún no tiene el boleto de MC –en el PRD ha sido ampliamente rechazado, aunque dentro de unos días se reúna con quien tiene las riendas del trabajo político perredista– y en el Verde y en Nueva Alianza no se le mira como un candidato ganador. En el caso de la señora Gálvez, ella se comprometió a apoyar a Claudia Sheinbaum en caso de que ella, Claudia, fuera la candidata a la jefatura de Gobierno. Por eso decimos que sería muy posible que Alejandra Barrales se convierta en la candidata única del FAD, y eso, como dijimos, si Monreal, que se ha convertido en un político “apestado” en Morena, no le lava el cerebro a algunos de los líderes partidistas y se cuela a la encuesta que, podemos ahora, va a descalificar. decir desde De cualquier forma, lo mejor para ese partido sería llevar a una sola candidata o candidato, con el fin de evitar sucesos desagradables que pudieran conflictuar, aún más, el tránsito hacia la elección de 2018, así que un buen signo hacia la población de la ciudad por el frente sería eso: tener, dejémoslo así, una sola candidata que enfrente a la que viene por Morena. Y aunque aún no se ve a nivel de calle lo feroz de la contienda, la hora de convertir a la Ciudad de México en la arena de lucha política más importante del país ya sonó, aunque muchos se niegan a oírla.