La Jornada

Familias zapotecas dan inicio a los novenarios

Colocan altares y lloran a sus muertos

- DIANA MANZO Correspons­al UNIÓN HIDALGO, OAX.

Con tristeza y dolor por haber perdido su hogar y a seres queridos, familias zapotecas de este municipio realizaron el tradiciona­l novenario –nueve días para el luto y los pésames–, al cumplirse una semana del terremoto de magnitud 8.2 que sacudió los pueblos del Istmo de Tehuantepe­c.

En espacios reducidos o en casas de familiares donde no hubo afectacion­es, amigos y vecinos colocaron los altares.

Lupita instaló uno para su abuela, de 96 años, y su tío, de 66; ambos fallecidos durante el

La directora del plantel señaló que mientras se realiza la nueva construcci­ón en la Unidad Deportiva Binizá de Juchitán, se rehabilita­n módulos para que los estudiante­s puedan tomar clases lo antes posible.

“Tal vez será en tres o cuatro semanas cuando nos reincorpor­emos a las actividade­s. Nos han dicho la importanci­a de que los niños regresen a la escuela y nosotros estamos para apoyar; sin embargo, dejamos claro que deseamos una institució­n segura y que dure muchos años más”, expresó. sismo. Ella quedó atrapada en su vivienda y a él le cayó un trozo de madera en la cabeza.

Las familias colocan flores naturales en forma de cruz sobre un tapete de hojas verdes, encienden velas y ofrecen un rosario en honor de los muertos.

“¡Que en paz descanse su alma!”, dice la rezandera al terminar el rito. Los dolientes, al final, lloran por sus seres queridos y por la pérdida de sus pertenenci­as.

Lupita también se quedó sin casa. Reconoce que el terremoto los unió más y que pobremente saldrán adelante.

“Ahora la familia está fortalecid­a, es momento de que nos unamos; es difícil creer que no veremos a la abuela Carmen y al tío Lorenzo”, expresa.

Luz Velia, vecina de Lupita, abraza la fotografía de su madre, quien falleció en el terremoto porque no pudo salir a tiempo de su vivienda.

El murmullo de las mujeres se escucha en la casa de Luz Velia. Ellas elaboran tamales de hoja de plátano, masa, pollo y mole para los asistentes al velorio, “porque esa es la tradición”, explica Luz.

Las familias de Lupita y Luz Velia cuidarán que las velas encendidas no se apaguen cuando vecinos y conocidos los visiten a darles el pésame, un apoyo económico de 50 y cien pesos para ayudar a los gastos del funeral. A cambio, les darán tamales y pan.

El velorio dura toda la noche; sin embargo, el temor entre los habitantes se siente igual que aquel jueves 7 de septiembre, cuando la vida cambió para Lupita y Luz Velia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico