Exigen renuncia de procuradores a cuatro meses del asesinato de Javier Valdez
Familiares y colegas del periodista acusan a autoridades de “cobijar la impunidad” Anuncia el CIG gira en Chiapas
s lugar común decir que las elecciones de 2018 son una coyuntura crítica. Lo son para todos nosotros y para las instituciones políticas y económicas que funcionan hasta hoy para beneficiar y mantener los privilegios de una pequeña minoría, más rica y mejor organizada. Hay una gran tensión que va creciendo día con día junto con los problemas económicos, la desigualdad y la corrupción. Hemos vivido una simulación democrática durante casi 20 años. Nuestros “avances” se autorizan siempre que no se ponga en peligro la hegemonía política. Son concesiones para que el aparato siga funcionando, ganar tiempo y seguir saqueando al país. Es casi increíble el número de reformas a las leyes electorales: desde la reforma Reyes Heroles de 1977, pasando por las reformas de 1986, 1990, 1993 y 1994, otra más en 1996 (en la época de Zedillo, que pareció la señal de que empezaba la transición), las de 2003 y 2005, otra dupla en 2007 y 2008, la reforma de 2014 fue la más ambiciosa y menos efectiva. Es evidente que las leyes no son la solución. La única condición es la voluntad política del gobierno en funciones para respetar la voluntad popular. Repasemos los síntomas que hasta ahora se dan: 1) El gobierno y sus aliados están preocupados por lo que puede ser una agitación social incontrolable; 2) Existe la posibilidad de que un partido de oposición genuino tome las riendas del país; 3) El gobierno y sus aliados están dispuestos a utilizar cualquier mecanismo con tal de mantenerse en el poder; 4) Las autoridades y los jueces electorales (es decir, los árbitros) no son confiables; 5) Los partidos que firmaron el pacto por México pueden llegar al extremo de coaligarse contra su ideología y sus programas con tal de auxiliar al Presidente para mantener el statu quo; 6) Hay una intensión perversa para debilitar, dividir y, si se puede, destruir a la oposición verdadera. Hasta hoy no existe el menor síntoma de voluntad política para aceptar las reglas y jugar limpio. Sin embargo, el deterioro del país se hace cada vez más obvio y peligroso. Para el gobierno de Estados Unidos, México está al borde del colapso. El general Kelly (jefe de gabinete de Trump) explicó a los líderes demócratas en el congreso que el panorama de México es bastante oscuro y que es de temerse un quiebre de la situación política y de seguridad en nuestro país. Eso mismo es lo que estamos percibiendo nosotros de modo intuitivo. No podemos esperar que el gobierno sirva para garantizar elecciones libres y justas. Esto es un hecho. También lo es la pérdida paulatina del control sobre las circunstancias. “¿Cuánto tiempo más van a estar ocupando cargos para los que no son aptos por su incompetencia y falta de valor?”, cuestionó Ismael Bojórquez, director del semanario Riodoce a los procuradores de justicia del país y del estado de Sinaloa, al cumplirse cuatro meses del asesinato del periodista Javier Valdez y no tener ningún indicio de que se haga justicia.
En punto de las 9 de la mañana del pasado 15 de septiembre, periodistas de Sinaloa, compañeros y familiares de Javier Valdez Cárdenas, quien fuera corresponsal de La Jornada y socio fundador del semanario Riodoce, se manifestaron afuera de las instalaciones de la Fiscalía del estado para exigir justicia contra el crimen. El Concejo Indígena de Gobierno (CIG), cuya vocera es María de Jesús Patricio Martínez, posible candidata independiente a la Presidencia de la República, realizará una gira por Chiapas del 14 al 19 de octubre próximo.
El 14 de octubre visitará Guadalupe Tepeyac, perteneciente al municipio autónomo de San Pedro de Michoacán (Las Margaritas); el 15, el Caracol de Morelia, del municipio autónomo 17 de noviembre (Altamirano); el 16, el Caracol de La Garrucha, municipio autónomo Francisco Gómez (Ocosingo); el 17, el Caracol, de Roberto Barrios, municipio autónomo del Trabajo (oficial de Palenque); el 18 “en el municipio mal-gobiernista de Palenque”, de donde se trasladarán a San Cristóbal de Las Casas para pernoctar y el 19 de octubre cerrarán en el Caracol de Oventik.
“Vivimos entre asesinos cobijados por la impunidad”, “No al silencio” y “Justicia para Javier”, fueron algunos de mensajes colocados en mantas y cartulinas. Asimismo, los manifestantes pintaron huellas de manos con tinta roja en algunos de los muros de la fiscalía a manera de protesta.
Javier Valdez Cárdenas fue asesinado el 15 de mayo pasado, cuando iba saliendo de su oficina, ubicada en el centro de Culiacán. La primera línea de investigación que las autoridades siguieron fue la de robo de vehículo.
“Lo dijimos desde el primer día que no teníamos ninguna duda, y a la vuelta de cuatro meses seguimos insistiendo, el origen del crimen de Javier Valdez está en su trabajo periodístico, relacionado con los temas del narcotráfico”.
“No sabemos de qué parte, de qué familia, de qué organización vino la orden, pero fueron ellos y ahora le preguntamos al fiscal de Sinaloa; al gobernador, Quirino Ordaz Coppel; y al fiscal general, Ricardo Sánchez, ¿Qué falta para dar con los asesinos”, enfatizó Ismael Bojórquez.