Busca IP influir en la renegociación del TLCAN
Rumbo a la tercera ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector privado de la región busca convencer a los gobiernos de los tres países a tomar en cuenta las sinergia para que se logre lo que busca cada uno de los socios, dijo Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En el contexto del Tercer Evento Magno rumbo al Centenario de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), efectuado en la ciudad de León, Guanajuato, el líder empresarial reiteró que la iniciativa privada está en la disposición de negociar, pero pero sin provocar un costo que impida a la nación crecer en los próximos años.
“No vamos a permitir cambios que entorpezcan las cadenas de valor ni a las pequeñas y medianas empresas”, dijo el líder del CCE el pasado viernes. Agregó que la principal propuesta del sector privado se ha centrado en demandar un mayor acceso a capital, tecnología y compras de gobierno.
Añadió que los empresarios de los tres países buscan “empujar” a sus gobiernos para que tomen decisiones de sinergia, para que cada nación logre lo que está buscando en temas como laboral, dumping, déficit comercial, inversión, empleo y crecimiento económico.
Subrayó que el tratado tiene temas difíciles que aún hay que solucionar como es el caso del comercio electrónico, pero incluso dentro del mismo sector privado debe existir una postura que vaya en un sentido de igualdad de circunstancias para todos.
Castañón dijo que para la tercera ronda de negociaciones del TLCAN, que se realizará en Ottawa, Canadá, del 23 al 27 de septiembre, representantes del sector empresarial efectuarán una gira de esa ciudad a Toronto, con el fin de identificar dónde prevalecen cuellos de botella en las conversaciones.
Ricardo Navarro, vicepresidente de Concanaco-Servytur, afirmó que con o sin el TLCAN, México saldrá adelante. Aunque acotó que algunos sectores productivos de Estados Unidos son conscientes del perjuicio que puede provocar la cancelación del TLCAN, como es el caso de agricultores de Iowa que venden 78 por ciento de su producción de maíz amarillo a México.