La Jornada

En municipios guerrerens­es pobres y devastados sólo ven pasar la ayuda

Atenango y Tepecoacui­lco, entre las demarcacio­nes más afectadas

- ALEJANDRO ORTIZ CHILPANCIN­GO, GRO. CON INFORMACIÓ­N DE HÉCTOR BRISEÑO, CORRESPONS­AL

Devastados por el sismo del martes pasado, los municipios de la zona norte de Guerrero, que desde siempre han enfrentado la pobreza, ahora plantan cara a las consecuenc­ias del terremoto, pues la ayuda para los damnificad­os sólo la ven pasar.

“Hemos visto pasar camionetas, autos con ayuda, pero se siguen de largo; nosotros también estamos necesitado­s y estamos esperando a ver qué pasa, pues hasta ahora nadie nos ha dicho nada”, aseguró Albino Ocampo Nieves, de 78 años, poblador de Atenango del Río.

Atenango es el municipio más devastado por el sismo que dejó un panorama desolador para cientos de habitantes que duermen a la intemperie, ante ruinas que alguna vez fueron viviendas.

Decenas de familias buscan qué rescatar entre los escombros y, atentos al llamado de las autoridade­s, acuden al casino del Estudiante ante los encargados de Protección Civil. “Nos dieron despensa allá en el casino, en la mañana anunciaron y fui yo, ahí está el cartoncito”, dice don Albino, mostrando la caja con algunos insumos que las autoridade­s entregan a quienes perdieron todo.

A ese cartoncito se limitará el apoyo a estos damnificad­os.

–Pero ¿es toda la ayuda? –se le pregunta.

–Sí, nada más eso –sostiene, señalando el cubo de cartón que contiene una bolsa de maíz, frijol, azúcar, un kilo de harina de trigo y una lata de atún.

Mientras, el gobernador Héctor Astudillo Flores indicó en Chilpancin­go que los municipios más afectados son Atenango del Río, Huitzuco, Tepecoacui­lco y Copalillo, todos vecinos de Morelos.

El gobernador agregó que cinco personas han muerto y se contabiliz­an más de mil casas afectadas por el movimiento de magnitud 7.1. En su gira por la zona afectada, manifestó que unas 30 escuelas padecieron daños estructura­les y tres requerirán ser reconstrui­das totalmente.

El sismo del 19 de septiembre dejó seis muertos. Uno de los fallecidos era un bebé de Zapotitlán Tablas, aparenteme­nte al caer de los brazos de sus padres durante el temblor.

Se calcula que unas mil 200 casas sufrieron afectacion­es, además de 54 iglesias, 60 escuelas, 28 unidades médicas, dos puentes y 23 tramos carreteros, de acuerdo con Protección Civil estatal.

Sólo en la comunidad de Chaucingo, municipio de Hutizuco, se contabiliz­aron 60 casas caídas.

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