Después de 100 horas concluyen labores de rescate en calle Coquimbo, Lindavista
Rescatistas sacaron a una persona con vida y recuperaron los cuerpos de nueve más
Anoche concluyeron las tareas de rescate en el edificio colapsado en la calle Coquimbo y Sierra Gorda, de la colonia Lindavista Norte, en el que rescatistas nacionales e internacionales lograron sacar a una persona con vida y recuperaron los cuerpos de nueve más que por las características de las lesiones no habían sobrevivido al derrumbe.
Una vez más, militares, cuerpos de rescate, servidores públicos y civiles se unieron para cantar el himno nacional después de sacar el último cuerpo de entre los escombros y entre aplausos y expresiones de agradecimiento se retiraron los últimos rescatistas de Chile y México, llevando las banderas de ambas naciones.
En esta última jornada, el primer rescate de las últimas cinco personas que se tenía aún como desaparecidas inició a las 5:30 de la mañana al sacar el cuerpo de Josefina Otegui Zubiria de 60 años, de quien anoche se había localizado su tanque de oxigeno, posteriormente se fueron rescatando los cuerpos de Remedios Lorenzo Chavero de 46, la joven Eleuteria Lorenzo Escamilla de 15, Jesús Hernández San Miguel de 65 y finalmente, pasadas las 20 horas, el de Georgina García del Río de 44.
Esto pese a la interrupción de los trabajos que suscitó la activación de la alerta sísmica por el sismo que se registró en Oaxaca muy temprano, antes de las 8:00 de la mañana, obligando al repliegue a los rescatistas y personal militar y civil que laboraba en ese momento en el edificio de seis niveles, del cual desaparecieron la planta baja y los dos primeros, mientras los tres pisos restantes se inclinaban peligrosamente hacia el frente de la calle, por lo que debió aquí realizarse un trabajo que definieron como “quirúrgico”, sin golpes de mazo y pico, sino a base de cortes al metal y hormigón para hacer los huecos que les permitieron entrar a las entrañas de las ruinas y sacar los cuerpos.
El jefe delegacional de Gustavo A. Madero, Vícto Hugo Lobo, honró la labor de los bomberos haciendo entrega en un acto improvisado de todas las herramientas que fueron donadas para las tareas de rescate.
Informó que en coordinación con la Secretaría de Obras y Servicios se iniciarían en unas 72 horas los trabajos de demolición, en tanto se refuerzan con estructuras de acero los edificios contiguos.
Respecto de la reconstrucción, señaló que se aplicará el modelo que anuncie el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, en las próximas horas, en tanto dijo que la delegación continúa en la revisión de edificios con posibles daños en la demarcación, así como los centros escolares, de los cuales dijo se han inspeccionado 82 y sólo dos están en condiciones de riesgo, lo cual reportará a la Secretaría de Educación Pública.
Desde el C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicación y Contacto Ciudadano), el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, explicó que se introdujo esta máquina después de un acuerdo con los familiares para agilizar las labores de rescate, pues permitirá retirar en un día las losas pesadas que llevaría seis días si se rompieran a pico y pala.
Lidia Albarrán, tía de Karina Gabriela, una mujer de 30 años, que laboraba en el cuarto piso como contadora cuando ocurrió el temblor, detalló que según la explicación que les dieron los especialistas que participan en el retiro de escombros, la brigada de Ecuador aportó equipo para romper el concreto –que es retirado por la grúa–, sin causar vibraciones.
Al igual que el resto de las familias, confió en que con esta estrategia encuentren a quienes están atrapados desde el martes pasado. “Nos dicen que con herramientas de los israelíes se pueden rastrear los celulares aún sin pila. También que están encapsulados en una especie de triángulo y que sí hay señales de vida. Mi sobrina sabemos que está viva y la vamos a ver”, expresó.
La fe y la esperanza se conservan a pesar del paso de los días entre las familias que pernoctan en la calle de Oaxaca, donde ayer rezaron un rosario, para pedir por la vida de sus hijos, hermanos, tíos, primos o sobrinos.
De acuerdo con una lista elaborada por los propios familiares son 46 las personas que aún se encuentran atrapadas, entre ellas Jaime Aguilera, que reunió a sus compañeros de trabajo frente al inmueble colapsado. “Tenemos la esperanza de que oigan que los están buscando y resistan. Los esperamos ver con vida a todos”, apuntaron.
También llegaron los amigos de Carolina Solorio Romero, quienes colocaron carteles en árboles y fachadas de las casas aledañas con su fotografía y el siguiente mensaje: “No perdamos la fe. Estamos con ustedes. Fuerza, ánimo, esperanza a todos los familiares”.
Sin ser familiar y amigo, de Michoacán llegó un joven con un cartón en que se leía: “Soy de Acámbaro. Yo regalo abrazos, para que no se rindan”.