“Ver a sus hijos aparecer vivos”, sueño recurrente de los padres de los 43
A 3 años de la desaparición, esperan su regreso “para volver a ser los mismos”
Don Bernabé es un rudo hombre de campo. No oculta el llanto cuando recuerda a su hijo Adán Abraján de la Cruz. “Tiene esposa y dos hijos, uno que ya tiene 10 y otro de cinco. Cuando entró a la normal tenía 24 años y seguimos esperando que vuelva”.
Llevó a su hijo a la normal la mañana del 26 de septiembre. Le dijo que se cuidara, pero no hubo abrazos. Hoy desearía regresar el tiempo para abrazarlo. “No me hallo en la casa, porque no está mi hijo. El día que lleguen quizás podamos ser los mismos, pero la herida que nos ha dejado este gobierno no va a sanar. Siempre recordaremos todo lo que hemos pasado. Han sido tres largos años”.
Don Ezequiel Mora, se limpia con su mano derecha las lágrimas al recordar a su hijo Alexander Mora Venancio. “Presiento que está vivo”. Este martes no podrá acudir a la marcha por el tercer aniversario de los hechos. “No tengo dinero y mi mamá, Brígida Chora, de 85 años, está muy enferma, desde que desapareció mi hijo”.
Alexander quería beneficiar a su pueblo, por eso deseaba ser docente. Es el único de los jóvenes desaparecidos cuyo ADN pudo ser identificado en un fragmento de restos hallados en el basurero de Cocula. “No me entregaron nada (de restos), como se dijo. Pinche gobierno mintió, si me los hubieran entregado estaría bien, pero no lo hicieron”. Por eso mantiene la esperanza de que su hijo sigue con vida.
En un comunicado conjunto, las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, así como la Procuraduría General de la República reafirmaron el compromiso del gobierno federal con la investigación y búsqueda “por todos los medios posibles” de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Informaron que los avances y resultados de las indagatorias se han reportado a los familiares y a las comisiones nacional e interamericana de derechos humanos en seguimiento a sus medidas cautelares.