Drástica baja de impuestos a empresas de EU en la reforma fiscal de Trump
La propuesta, al Congreso; “es un regalo a los más ricos pagado por la clase media”: Pelosi
Los grandes grupos podrán imponerse ante la competencia extranjera, argumenta el mandatario
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos en el Congreso presentaron este miércoles una propuesta que reduciría drásticamente los impuestos a individuos y corporaciones, simplificaría el código fiscal y aumentaría las deducciones de la mayoría de los estadunidenses. Demócratas influyentes rechazaron la propuesta.
El mandatario afirmó que la propuesta es “revolucionaria” y se mostró optimista de que el próximo año se aprobará la revocación del Obamacare, cuya votación se suspendió el martes por falta de apoyo, y volvió a llamar a los republicanos a cambiar las reglas del Senado para lograr la derogación de la ley, que fue una de sus promesas de campaña.
Trump defendió su proyecto “pro crecimiento, pro empleo, pro familias y pro Estados Unidos”. Agregó: “Haremos volver al país los empleos y las riquezas que se fueron. Es hora de luchar por los trabajadores estadunidenses”.
Inicialmente, el presidente quería que el impuesto a las empresas bajara de 35 a 15 por ciento, algo que incluso los republicanos del Congreso consideraron poco realista, y tras meses de negociaciones dejaron en 20 por ciento.
Esa baja “drástica” permitirá “a los grupos empresariales estadunidenses imponerse ante los competidores extranjeros y volver a ganarles”, agregó Trump.
Los impuestos a los ingresos personales serían reducidos de manera menos progresiva al pasar de siete franjas de imposición a sólo tres con una tasa máxima de 35 por ciento, en vez de la actual de 36.9 por ciento. Posteriormente se incluiría otra franja para los más ricos, pero esa propuesta aún es vaga.
Trump pidió apoyo a los opositores demócratas para aprobar el proyecto. “Es ahora o nunca”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien desde hace un año trabaja en esta reforma tributaria, que sería la primera desde la del presidente republicano Ronald Reagan en 1986.
Las primeras señales demócratas no son nada alentadoras para la Casa Blanca.
“Esto no es una reforma fiscal. Es un regalo a los más ricos pagado por la clase media”, sostuvo Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
El senador Bernie Sanders consideró las propuestas “moralmente repugnantes”.
Este miércoles, Trump criticó a su secretario de Salud y Servicios Humanos, Tom Price, tras revelaciones de que el funcionario ha hecho numerosos vuelos, de trabajo y personales, a bordo de jets privados pagados por el gobierno.
El mandatario afirmó: “No estoy contento con eso y lo investigaré”, por lo que analistas no descartan un nuevo despido en el equipo de Trump.