LAS COSAS EN CONACYT NO VAN TAN BIEN COMO PRESUME CABRERO
El 2 de octubre, Enrique Cabrero, director del Conacyt, publicó en este diario la columna “¿Dónde está México en ciencia y tecnología?” Las cosas no van tan bien como él argumenta y queremos aportar elementos para demostrarlo: 1) Este año el Conacyt sufrió un recorte de alrededor de 23 por ciento en su presupuesto. Algo inaudito que afectó los centros públicos de investigación, proyectos, becas de posgrado y posdoctorado.
2) Van 15 años sin cumplir el uno por ciento del producto interno bruto (PIB) en inversión de ciencia, tecnología e innovación (CTI) como establece la ley. Además, Conacyt no ha construido otro centro público de investigación desde que inició el siglo. México se mantiene con los mismos 27 que tenía en el siglo XX.
3) Este año el Conacyt limitó las becas para estudiantes de posgrado, impidiendo el crecimiento de la matrícula y dejando a cientos de potenciales investigadores en una situación precaria.
4) Las becas de posgrado se desligaron del salario mínimo y ahora se calculan con base en la unidad de medida y actualización. Esto significa un menor monto y que no crecerán por encima de la inflación.
5) Estos recortes se dan al mismo tiempo que el Conacyt canaliza recursos para apoyar a grandes empresas. Nos parece indignante que Cabrero establezca como prioridad de sus políticas subsidiar a multinacionales en lugar de construir centros de investigación o apoyar a los investigadores.
El doctor Cabrero miente al decir que al final del sexenio se llegará al uno por ciento del PIB en CTI, dadas las actuales condiciones y eso lo sabemos todos en el sector académico. Como estudiantes de posgrado comprometidos con la ciencia, nos manifestamos por un cambio de fondo en el modelo de la política científica.