Astros ganan a Medias Rojas el primer juego de campeonato en la Americana
Venezolano José Altuve bateó tres jonrones en la victoria 8-2
Capitanes trabaja a marchas forzadas en su integración para convertirse en el nuevo equipo de basquetbol representante de la Ciudad de México, el primero en muchos años, en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, que dará inicio el 20 de octubre y tendrá como sede el gimnasio Juan de la Barrera.
La escuadra es base de la selección nacional, adicionada con jóvenes considerados en el proyecto del Tri, y la cuota máxima de tres extranjeros, que bajo la dirección del español Ramón Díaz se alistan desde hace 12 días en el deportivo Chapultepec, mientras concluye la remodelación en el Juan de la Barrera, que fue interrumpida tras el temblor.
“Ser entrenador del equipo de la Ciudad de México es un orgullo muy grande y con muchísima responsabilidad, porque quiero devolverle a la ciudad todo el cariño que me ha dado estos años, con buen trabajo y, por supuesto, buenos resultados”, asentó Díaz, asistente desde hace cinco años de Sergio Valdeolmillos en la selección mexicana.
A pesar de que han tenido poco tiempo de preparación, el técnico confió en que responderán a la expectativa de recuperar el basquetbol profesional en esta ciudad.
“Estoy muy ilusionado, creo que estamos haciendo bien las cosas. Tuvimos también el desastre del terremoto, que nos retrasó un poco, pero hay que pensar en positivo, en que estamos aquí, que hay un buen nivel y que vamos a llegar en las mejores condiciones cuando comience el torneo”, anotó.
Capitanes alista una pretemporada de cinco juegos de preparación, las siguientes dos semanas en Aguascalientes y Querétaro con equipos de la Liga.
“Llevamos una carga de trabajo muy alta, sobre todo en la parte física. Tenemos que llegar al 20 de octubre en las mejores condiciones, tanto físicas como técnico-tácticas, con el handicap de que este equipo nunca ha estado junto, es la primera vez, El venezolano José Altuve bateó tres jonrones en un despliegue sin precedentes para el bajito campeón de bateo de Grandes Ligas, y los Astros de Houston castigaron a Chris Sale al derrotar ayer 8-2 a los Medias Rojas de Boston, en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Con un coro de cánticos de “¡MVP!” (mejor jugador) para como quien dice llevamos 12 días de vida, y cuesta un poco adaptar a todos los jugadores.”
Explicó la importancia de haber fichado a jugadores de la selección mayor, como Pedro Peri Meza, Héctor Hernández, Gabriel Girón y Jesús Benítez, quienes “saben perfectamente cuál es mi método de trabajo.
“Con ellos ha sido mucho más fácil la adaptación que con otros jugadores, pero a ese grupo hay que añadirle los extranjeros”, dijo sobre el puertorriqueño Emmanuel Andújar, el panameño Ernesto Oglivie y el venezolano Jesús Centeno, además de “nuestros jóvenes que nunca han jugado en la liga profesional o a cada una de sus apariciones al plato, Altuve, de 1.67 metros de estatura, disparó cuadrangulares en la primera y quinta entradas en contra de Sale, y se volvió a volar la barda en el séptimo capítulo contra el relevista Austin Maddox, para darle a Houston ímpetu al arrancar la serie al mejor de cinco partidos.
“Cuando cruzo esa línea de cal me siento del mismo tamaño que los demás”, dijo Altuve, de este nivel y su adaptación requiere un poco de tiempo.”
El grupo incluye a jugadores de experiencia en la liga, como Alberto Rodríguez y Jonatan Machado, quienes jugaron la Universiada Mundial, además de Daniel Soto, Antonio de Jesús Rojas, José Estrada.
Si bien será el equipo tendrá la ventaja sobre los visitantes de la altitud de esta ciudad, han sido los primeros en padecer los estragos de la falta de oxígeno. Para el regiomontano Gabriel Girón, “ha sido muy pesado”, lo mismo que para Andújar y Oglivie, pero confían en que la pretemporada sea suficiente para lograr que ese factor juegue de su lado. 27 años, seis en Grandes Ligas y líder de jonrones en la temporada regular, con 24.
Fue la décima ocasión en que un pelotero batea tres jonrones en un juego de postemporada.
A pesar de su tamaño, Altuve se erigió como el gran líder de los Astros. Es uno de los pocos sobrevivientes del largo proceso de reconstrucción del equipo.