Exigen en Iztapalapa peritajes a fondo; “no podemos ir parchando escuelas”
Sin mantenimiento durante décadas, el estado de los inmuebles empeoró
Padres y maestros de al menos 30 escuelas de educación básica de la región oriente de Iztapalapa demandaron información a las autoridades delegacionales y federales sobre el estado real de los planteles, que no han recibido mantenimiento en décadas, se encuentran sobresaturados y presentan daños visibles por los sismos de septiembre y se teme que se generen oleadas de deserción escolar.
Sonia Castillo, madre de alumno de la secundaria 172, en Ejército de Oriente, afirmó que el inmueble tiene daños severos en el patio, mismo que, dijo, resultó muy dañado en 2012, y ahora nuevamente presenta destrozos. “No podemos ir parchando escuelas. La seguridad de nuestros hijos merece dictámenes periciales a fondo, porque han pasado más de dos semanas de los sismos y lo único que sabemos es que están suspendidas las clases hasta nuevo aviso”.
Reunidos en la primaria José María Lafragua, en la colonia Santa Martha Acatitla, aseguraron: “Nos sentimos abandonados, relegados. Sabemos que hubo muchas prioridades, pero nuestros hijos también merecen una escuela segura y que se nos informe qué está pasando”.
Reclamaron que a la fecha ninguna de las escuelas de prescolar, primaria y secundaria de las principales colonias de la zona oriente de Iztapalapa han sido visitadas por un director responsable de obra y “sólo ha ido a algunos planteles personal enviado por la delegación a realizar sólo una inspección ocular”.
Roberto Gómez, profesor de la primaria José María Lafragua, destacó que las demandas son que “se reorganice el manejo del presupuesto, se acelere el peritaje de las escuelas y que nos entreguen los dictámenes, pero con la vigilancia de los padres”.
Agregó que la solicitud es que se reparen los daños secundarios causados por los sismos, pero que en el caso de las escuelas con posible daño estructural se ofrezcan espacios “adecuados para que los niños no estén hacinados”.
Los daños ocasionados por los sismos, afirmaron, no se limitan a los centros escolares. En la secundaria Luis Pasteur, ubicada en Santa María Aztlahuacán, padres y maestros reportan que hay una grieta extendida por las instalaciones, pero también en el prescolar y la primaria contiguas.
María Elena Vargas, profesora del plantel, señaló que la grieta “pasa por el patio de nuestra secundaria y sigue en la primaria, donde pasa por los edificios. Hace cinco años tuvo reparación, pero con el tiempo volvió a aparecer. Actualmente hay un desnivel de 30 centímetros. Pedimos que nos digan cuál es su condición estructural, porque es un plantel donde acuden 800 alumnos en el turno matutino y 700 en el vespertino, además de que el personal docente y administrativo suma más de cien personas”.
En esta delegación, afirmaron, hay “enorme densidad poblacional, por lo que las escuelas tienen entre 400 y 800 alumnos, lo que ha generado hacinamiento en las aulas y que, en los simulacros de desalojo, los niños no alcancen a bajar; por eso, una de las peticiones es que se pongan escaleras de emergencia, porque en este sismo lo más dañado fueron las escaleras de cemento”.
Al respecto, Carlos Aguilar, director de la secundaria 204, turno vespertino, destacó que se carece de recursos para garantizar el mantenimiento y mejora estructural de los planteles, lo que ha generado una situación de “agonía” en las escuelas de la demarcación, pues tan sólo en su centro escolar se reubicó a alumnos que ocupaban un salón dañado por graves filtraciones.
Sin embargo, explicó, las brigadas de la delegación Iztapalapa “nos dicen que eso no va a entrar en esta revisión, porque sólo se va a considerar lo que afectó el terremoto, pero hay escuelas que ya estaban dañadas, que tenían bardas a punto de caerse o que se afectaron en el sismo del 7 septiembre, y otras que fueron mal construidas”.
Por ello, demandó que se aplique una reconstrucción de los planteles con un sentido “ecológico y sustentable. Es la oportunidad que se tiene para dar otra forma a la organización escolar que garantice la seguridad de alumnos y maestros”.