Hoy más que nunca necesitamos un mundo sin bombas atómicas: ONU
La comunidad internacional reaccionó este viernes con beneplácito al Nobel de la Paz 2017, concedido a la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés).
Sobrevivientes de los bombardeos atómicos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), manifestaron su alegría.
“Estoy feliz de que la ICAN, que como nosotros actúa para terminar con las armas nucleares, haya ganado”, expresó Sunao Tsuboi, quien quedó gravemente quemado y sufre de cáncer por la explosión de la bomba Little Boy, lanzada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, que dejó 140 mil muertos.
Shigemitsu Tanaka, jefe del Consejo de Supervivientes de la Bomba Atómica en Nagasaki, (donde se lanzó la bomba Fat Man, que dejó 74 mil decesos), dijo que la organización internacional ayudó a “concebir el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP, por sus siglas en inglés). Queremos trabajar juntos para que ese convenio sea firmado lo antes posible”.
Rusia, una de las nueve potencias nucleares y no firmante del tratado, informó por conducto del Kremlin que “respeta” la atribución del Nobel de la Paz y reafirmó su fiel política de no proliferación. “El presidente Vladimir Putin ha destacado en varias ocasiones la importancia del equilibrio nuclear para la seguridad internacional”, añadió.
Alemania dio su respaldo a “un mundo sin armas atómicas”, pero reafirmó su rechazo al TNP ante la necesidad de contar con medios de disuasión nuclear mientras Europa se vea amenazada por este tipo de armamentos.
La Organización de Naciones Unidas calificó la victoria como “buen augurio”para la eventual ratificación del pacto, mientras que su secretario general, Antonio Guterres, tuiteó: “Hoy más que nunca necesitamos un mundo sin armas nucleares”.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte celebró el galardón, pero advirtió que el TNP podría “socavar” los progresos en la proliferación.
“En nuestro complicado y caótico mundo, el comité del Premio Nobel señaló una vez más las grandes amenazas de nuestra era y la necesidad de colaboración internacional para alcanzar la paz y la seguridad”, opinó la alta representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini. Paz “envía un mensaje a todos los estados con armas nucleares y a todos los estados que contribuyen a la dependencia de las armas atómicas en materia de seguridad de que este es un comportamiento inaceptable”.
Al recibir el anuncio del galardón , Fihn, de 34 años, pensó “que era una broma”, pero lo creyó minutos después, cuando oyó el nombre del grupo en televisión.
El mayor éxito de la ICAN fue la campaña a favor del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, adoptado por 122 países en la Organización de Naciones Unidas en julio pasado. El 20 de septiembre, el primer día que el pacto estuvo abierto para su firma, 51 países lo rubricaron y tres entregaron sus ratificaciones. El acuerdo requiere 50 ratificaciones para entrar en vigor y la ICAN confía en lograrlo.
El alcance es simbólico porque nueve potencias nucleares: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte, que suman unas 15 mil armas nucleares, boicotearon el texto o no votaron por él.
La ICAN organizó encuentros a nivel global en 2015 para conmemorar los 70 años del devastador uso de la bomba atómica estadunidense contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
La coalición está constituida principalmente por jóvenes activistas, pero ha sumado el apoyo de defensores y personalidades influyentes, como el Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu, el músico de jazz Herbie Hancock o el Dalai Lama, entre otros.
El número de candidatos para la edición 114 del Nobel de la Paz, fue de 318 seleccionados. Los expertos pronosticaron un Nobel de la Paz relacionado con la lucha contra las armas nucleares, pero para la ICAN fue inesperado recibirlo. El ganador del Nobel de la Paz del año pasado fue el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por su esfuerzo para acabar con los 50 años de guerra civil con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.