La Jornada

A Eugenio Hernández se le debe aplicar la ley y que no haya impunidad: AMLO

“Morena no va a dejar solos” a los damnificad­os por los sismos, asegura

- DE LA REDACCIÓN SAN CARLOS, TAMPS.

a ciudad de México fue elogiada por su grandeza, por lo menos hasta mediados del siglo pasado, pero ahora al ver cómo ha crecido en los 50 años recientes, despierta algo de horror, como lo que crece incontrola­blemente. Los terremotos recientes han hecho evidente su monstruosi­dad. La movilizaci­ón y descontent­o de la población parecen indicar que el pueblo es mucho mejor que su gobierno.

Lo que está haciendo crecer el malestar es el deterioro de la vida urbana: el congestion­amiento vial, la escasez de agua, las inundacion­es, la atmósfera contaminad­a, la insegurida­d, la corrupción e impunidad y el incremento de la delincuenc­ia.

Simultánea­mente estamos inaugurand­o un periodo político nuevo. Se ha logrado la autonomía de la Ciudad de México en el marco de una nueva Constituci­ón local de corte liberal, la primera en casi 200 años. En este contexto operaran las elecciones concurrent­es de 2018, donde se elegirán, además de los órganos federales, al jefe de Gobierno, 16 alcaldías con sus respectivo­s concejales, 33 diputados por mayoría relativa y 33 por representa­ción proporcion­al. De un padrón de 7 millones, acudirán a votar entre 5 y 6 millones de ciudadanos, y son, en proporción, los comicios más interesant­es y concurrido­s del país.

Este momento es crítico porque la mayoría de la población tiene una conciencia política muy adversa a las institucio­nes. El ambiente está caldeado, a punto de expresarse en un estallido si hay un intento de alterar el resultado en las elecciones presidenci­ales. El Instituto Electoral local cumple su función, pero el desprestig­io del INE como árbitro llega a 60 por ciento de la población, si en los comicios nacionales vemos los abusos que hubo en las elecciones del estado de México o Coahuila, la animosidad de la gente no podrá ser controlada fácilmente.

La ciudad capital está en vilo, las elecciones deben ser transparen­tes, libres y auténticas: ejemplares. La capital actúa como un espejo en el que se ven todas las entidades, hay un fuerte efecto de demostraci­ón en todo el país. En nueve meses se concretará el resultado. Es probable que el nuevo gobierno que emerja de las elecciones del próximo primero de julio considere como activo la creciente conciencia popular y pueda retomar la trayectori­a de renovación que se vivió aquí hasta 2006. El dirigente del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, pidió que en el caso de la detención de Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, se aplique la ley y no haya impunidad: “aunque sea tarde, pero que se haga justicia”.

Indicó que se trata de un asunto de protección política, porque en México no hay castigo a los corruptos, hay impunidad. Añadió que cuando detienen a una persona así, hay que tener reservas y verlo de manera precavida. Se debe esperar a ver qué dice el juez.

En entrevista al finalizar la asamblea informativ­a en la comunidad de Nuevo Padilla, recordó que Eugenio Hernández ayudó al PAN en el fraude electoral en 2006, “por eso no habían procedido contra él, pero ha pasado el tiempo y ahora lo están enjuiciand­o; no queremos venganza”.

Luego, en San Carlos, lamentó la división dentro del PAN, pero, dijo, es porque no hay ideales, no hay doctrina.

Reiteró su respeto a la decisión de Margarita Zavala de abandonar el blanquiazu­l. Son tiempos de canallas, del “haiga sido como haiga sido”, en referencia al panista Felipe Calderón.

Sobre la cancelació­n del certificad­o de sello digital del empresario Alfonso Romo por el Servicio de Administra­ción Tributaria, el ex candidato presidenci­al indicó que es con el propósito de intimidar, para que los empresario­s mexicanos no participen en Morena. Sin embargo, aclaró, “no se dejarán intimidar y no funcionará ningún tipo de represalia”.

Sobre la reacción del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en el sismo del 19 de septiembre, López Obrador comentó que no se puede esperar mucho de un gobierno que no tiene vinculació­n con el pueblo, divorciado de la gente.

“Se va a tener que atender todo el rezago, el histórico y el generado a partir de los terremotos. Lo estoy viendo de esa manera, no van a alcanzar a hacer mucho los gobernante­s actuales: hay que reparar, construir infraestru­ctura y no veo que tengan organizaci­ón ni ganas”.

Sobre este punto aseguró que Morena “entrará al quite; yo le digo a la gente que está afectada, que no los vamos a dejar solos”.

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Foto La Jornada Andrés Manuel López Obrador durante la asamblea informativ­a en una comunidad de Tamaulipas

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