Inadmisibles, las condiciones de EU en la negociación del TLCAN, considera BBVA
Insiste Guajardo en un plan alternativo de la mano del sector productivo mexicano
Las condiciones expuestas por Estados Unidos en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) son inadmisibles para México y Canadá, considera el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), que reconoció que a raíz de la cuarta ronda de diálogo entre los tres países “los riesgos (de un fracaso) han aumentado” y “las perspectivas son peores”. En su informe cuatrimestral, la entidad financiera destacó que la región había roto con el cliclo de “desaceleración” que ya duraba cinco años y finalmente se entrará en una senda de crecimiento constante. México crecerá en 2017 a un ritmo de 2.2 por ciento.
En un encuentro con corresponsales latinoamericanos, el economista jefe del BBVA para América del Sur, Juan Ruiz, explicó las percepciones de los analistas de la entidad bancaria tras la cuarta ronda de negociaciones del TLCAN, que, a su entender, trasladaron a los mercados financieros más incertidumbre y preocupación. Y reconoció que desde que se puso en duda la continuidad del acuerdo, la economía mexicana resintió los efectos de forma inmediata en la depreciación del peso y en la inflación.
El economista explicó que la cuarta ronda de negociación es “un punto de inflexión” que preocupa porque hace que su resultado sea más imprevisible. “Se vio una tendencia o una actitud bastante positiva en las tres primeras rondas y
Preocupa al banco el futuro del acuerdo Es más importante el país que las elecciones
eso, que duda cabe, se trasladó al tipo de cambio. Y se vio en la apreciación del peso mexicano. Pero esto ha cambiado con la cuarta ronda de negociación, en la que han surgido dos temas que se han puesto sobre la mesa: la propuesta por parte de Estados Unidos de que en las reglas de origen haya un componente de producción estadunidense muy importante, de 50 por ciento”.
El segundo elemento es, a juicio de Ruiz, la exigencia de abrir una nueva ronda de negociación cada cinco años para volver a definir los acuerdos. “Son propuestas que no se han visto en ningún otro tratado de libre comercio. Y no está claro por qué Estados Unidos lo ha puesto sobre la mesa; si lo que realmente quiere es que se implemente o más bien está tratando de romper el tratado induciendo a que México y Canadá digan que no a unas condiciones que son muy raras. Inasumibles de alguna manera”.
Ruiz explicó que “cuando empezó la incertidumbre sobre qué rumbo iba a tomar la administración Trump, el panorama para México se veía bastante negativo. Y eso se trasladó de inmediato al tipo de cambio, que llegó a estar hasta a 22. Hay que tener en cuenta que en esa perspectiva había muchos elementos que ahora ya no existen; por ejemplo, que se llevará a cabo la reforma fiscal que hiciera el ajuste en frontera, también estaba la idea de que Estados Unidos iba a poner aranceles más altos que la OMC y que estaba dispuesto a salirse de la organización”.
“Esos riesgos han disminuido mucho, ya nadie habla del ajuste de impuestos en frontera, nadie habla de que Estados Unidos se vaya a salir de la OMC. Lo único que nos queda es cómo va a acabar el TLCAN, pero aún así nos ha sorprendido la fortaleza de la demanda interna de México, incluso con la recuperación de la exportaciones. Además de que el consumo ha estado muy robusto en la primera parte de este año. Es cierto que hay mucha incertidumbre, pero por ahora sólo se ha trasladado a mercados financieros y todavía no se ha trasladado muy significativamente a la actividad económica”, añadió. El más importante “margen de maniobra” en una negociación como la del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “es tener claro que se es capaz de fortalecerse y sobrevivir” sino se llega a un acuerdo y eso nos lleva a un “plan alternativo”, aseguró el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, un día después de que se anunció que el proceso se extenderá hasta el primer trimestre de 2018 por las diferencias entre México, Estados Unidos y Canadá.
El plan alternativo tendrá que hacerse de la mano del sector productivo mexicano, ya que en caso de que deje de existir el TLCAN, sólo 6.2 por ciento de importaciones de Estados Unidos tendrán un régimen arancelario y 4 por ciento de las exportaciones afrontarán “picos arancelarios”, lo cual será “doloroso”, pero sólo para determinados sectores, precisó el funcionario, al ser entrevistado en el anuncia de la séptima edición de la campaña comercial El Buen Fin.
Acerca del riesgo de que la renegociación se contamine con el proceso electoral de México, Guajardo puntualizó: “debemos tener claridad los mexicanos que el destino-país y el futuro-país es más importante que un proceso electoral”. Y éste, finalmente, se adecuará a los retos del país y “quienes pretendan dirigir este país deben hacer frente a esos retos”.
El funcionario sostuvo que el que se haya acordado más tiempo para la renegociación, “quiere decir que todos, independientemente de nuestras frustraciones o nuestras decepciones hemos puesto en la mesa un compromiso de seguir intentando una solución por más compleja o difícil que ésta sea”.
Por su parte, Manuel Herrera, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, afirmó que no se cederá en temas que pongan en riesgo la competitividad del país y la región.
El líder industrial sostuvo que “no podemos aceptar” ninguna propuesta que esté fuera de la dinámica comercial global bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio.