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La Patrulla Fronteriza (Border Patrol) comenzó a probar en la región de El Paso, Texas, naves no tripuladas tipo drones, con las que la corporación pretende resguardar zonas peligrosas e inaccesibles para vehículos terrestres, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La CBP indicó que se pretende aplicar el proyecto en todas las fronteras estadunidenses y que se realizarán pruebas en zonas aledañas a Tucson, Arizona; El Paso y Valle del Río Grande, en Texas, así como en torno a Swanton, Vermont.
Indicó que los dispositivos de vigilancia son drones que pesan menos de 25 kilogramos, los cuales permitirán a los agentes migratorios patrullar desde tierra, así como realizar labores de inteligencia, vigilancia y seguimiento a cualquier hora del día en lugares de alto riesgo.
Las pruebas se realizarán en dos periodos para comprobar las capacidades de los sistemas en condiciones de calor y frío.
En la actualidad, la CBP ya utiliza aviones no tripulados que vuelan a gran altura para fortalecer la vigilancia durante operaciones de intervención en la frontera, así como en misiones de búsqueda y rescate de inmigrantes. La novedad es que se busca incorporar los drones al esquema de vigilancia rutinaria.
La intención de probar los drones se dio a conocer por primera vez en abril pasado, cuando la agencia gubernamental Oportunidades de Negocios Federales (conocida como Fedbizz) abrió en su página de Internet un periodo de propuestas para contratistas que ofrecían dispositivos voladores acondicionados a control remoto.
Según FedBizz, los drones de nueva generación son suficientemente pequeños para ser transportados en un vehículo terrestre y ser desplegados por un solo agente en menos de cinco minutos.