Aún “enorme”, el poder del SNTE en la toma de decisiones educativas
Aunque la reforma de 2013 logró “despojar” al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) del control directo de las plazas para maestros, su poder en la toma de decisiones en el sistema “sigue siendo enorme”.
Así lo aseguró Gilberto Guevara Niebla, consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), al participar en la mesa Reforma educativa, retos y desafíos, donde resaltó que la intervención de la organización sindical va desde el ámbito escolar hasta las esferas más alta de los estados.
Incluso, enfatizó, al inicio del presente gobierno se calculaba que 17 secretarios de educación estatales eran “personajes cercanos” al sindicato. “Por ejemplo, hay gobernadores que para no tener problemas nombran como secretario de Educación a gente del sindicato”, citó.
En tanto, el subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la Secretaría de Educación Pública, Otto Granados Roldán, consideró que la reforma y el nuevo modelo educativo replantea la noción tradicional de gobernanza, donde se privilegia un modelo horizontal y participativo sobre uno vertical y rígido.
Además, detalló que la reforma educativa introdujo cambios estructurales y sistémicos en favor de mejores maestros, escuelas, alumnos y resultados.
En su ponencia, Guevara Niebla aseguró que históricamente la fuerte presencia del Estado en el gobierno educativo ha desdibujado la participación de la sociedad, la cual no tiene ningún papel significativo en el gobierno y en la toma de decisiones. “Los consejos de participación social –desde su creación en 1992– han tenido una existencia meramente virtual, pues nunca se les dotó de ningún poder de decisión sobre las escuelas o los procesos de enseñanza.
Lamentó que en México, por ejemplo, no existan asociaciones de directores de escuela o de supervisores, academias nacionales o estatales de docentes y que los colegios de profesiones, cuya cercanía con la práctica educativa es indiscutible, como la sicología y la pedagogía, no tengan ninguna participación directa en las decisiones educativas.