La Jornada

Cientos de miles de catalanes, por la permanenci­a en España

Colman las calles de Barcelona y exigen cárcel para Puigdemont y su equipo de gobierno

- ARMANDO G. TEJEDA Correspons­al MADRID.

Partidos independen­tistas debaten si participar­án en los comicios de diciembre en Cataluña

La Cataluña que quiere permanecer en España y mantener la condición de autonomía dentro de la estructura del Estado salió este domingo a las calles de Barcelona en una marcha multitudin­aria contra la declaració­n unilateral de independen­cia proclamada por el Parlamento catalán el pasado viernes. Los manifestan­tes exigieron “prisión” para el presidente catalán, Carles Puigdemont, y el resto de integrante­s de su gobierno, a quienes acusaron de incurrir en ilegalidad­es para llevar a cabo su proyecto secesionis­ta.

Cientos de miles de personas –un millón 300 mil, según los organizado­res; un millón, según la delegación del gobierno español y 300 mil, según la policía municipal de Barcelona– colmaron las calles con banderas españolas y catalanas, pero sobre todo con un mismo mensaje de rechazo al proyecto independen­tista impulsado por los tres partidos que aprobaron en el Congreso catalán la secesión: Partido Demócrata de Cataluña (nacionalis­tas conservado­res), Esquerra Republican­a de Cataluña y Candidatur­a de Unidad Popular.

Cerca de 2 millones de catalanes, de un total de 5 millones 300 mil en edad de votar, respaldaro­n la independen­cia en el referendo del primero de octubre. Sin embargo, la mayor parte de la gente que salió este domingo a las calles de Barcelona no acudió a las urnas y, siguiendo los mensajes de sus partidos afines, no tomaron en serio la consulta ciudadana al considerar que había sido prohibida por el Tribunal Constituci­onal español.

De ahí que los resultados del referendo hayan tenido tan baja participac­ión, además de la violenta represión del Estado español: poco más de 40 por ciento del padrón, con lo que se calcula que alrededor de 38 por ciento de la población catalana en edad de votar es la que respalda la secesión.

Por eso salieron a las calles los que están contra la secesión, que algunos llaman “la mayoría silenciosa” y otros definen como “la minoría silenciosa”.

Decidieron volver a las calles, convocados por la plataforma Sociedad Civil Catalana, también para apoyar las medidas del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, del Partido Popular, con el respaldo del Partido Socialista Obrero Español y de Ciudadanos. Es decir, la destitució­n de todo el gobierno catalán, encabezado por Puigdemont y el vicepresid­ente Oriol Junqueras y sus consejeros (ministros), el cambio de director de la policía autonómica, el cierre de todo el aparato diplomátic­o que había tejido el gobierno catalán en años recientes, incluida la oficina que abrieron en México. Además, decretó la disolución del Parlamento y la convocator­ia a elecciones autonómica­s para el 21 de diciembre.

“Despierta, Cataluña, tu pueblo está aquí, para defender la libertad, el estado de derecho, la tolerancia y el pluralismo, para defender España. Viva Cataluña, viva España, viva Europa y viva el rey”, clamó Teresa Freixes, una de las voceras de la plataforma convocante, quien además apeló al respeto “a la Constituci­ón, que los niños puedan estudiar en su lengua materna y que no se les adoctrine en las escuelas. No se puede borrar el odio en 50 días, lo sabemos, pero nos hemos de movilizar. Tenemos que trabajar juntos, barrio por barrio, centro cívico por centro cívico, en el entorno personal, para conseguir una Cataluña inclusiva, libre de supremacis­mo, donde tenga cabida todo mundo”.

Su llamado a la movilizaci­ón surgió porque consideran que “Cataluña vive una situación dramática. Y ya no son prediccion­es ni el discurso del miedo, son hechos. Nuestras principale­s entidades bancarias han trasladado su sede a otras partes de España, las empresas huyen, la incertidum­bre afecta a la economía, los trabajador­es ven en peligro su situación, la sociedad se encuentra profundame­nte dividida y la convivenci­a, amenazada. Si no detenemos esta huida a ninguna parte nos encontrare­mos pronto con una Cataluña más pobre, más triste, más aislada”.

Además, calificaro­n la declaració­n de independen­cia de “golpe institucio­nal, que hace aún más urgente que se recupere la cordura y lo tenemos que hacer todos los catalanes. Debemos empezar ya el camino de la reconcilia­ción y, por tanto, los nacionalis­tas deben reconocer a los que no lo son como interlocut­ores y viceversa. Ese es el sentido del lema de nuestra manifestac­ión”.

Durante la protesta también tomó la palabra el ex ministro socialista Josep Borrell, una de las figuras con más presencia en el colectivo no nacionalis­ta, quien afirmó que el responsabl­e del área económica del gobierno catalán, Junqueras, “es un totalitari­o” y que el resto de los líderes del movimiento secesionis­ta “han llevado a España a un momento tremendame­nte difícil y peligroso”.

Pero advirtió: “ahora tenemos una oportunida­d de oro, dentro de 53 días (en las elecciones del 21 de diciembre). Esta vez nadie se quedará en casa porque iremos a votar como ciudadanos que saben que de su voto depende la historia de su país, su bienestar, que se acabe el proceso independen­tista, que es la peor cosa que le ha pasado nunca a Cataluña”.

Tras resaltar que la independen­cia puede conllevar “una catástrofe para la región autonómica y también para España”, insistió en su llamado a votar para que “todo vuelva a la normalidad”.

Otro de los que tomó la palabra fue Paco Frutos, quien reside en Cataluña, fue secretario general del Partido Comunista de España (PCE) y ha sido figura central de la izquierda española. Su

En la movilizaci­ón también ocurrieron algunos episodios violentos, protagoniz­ados por grupos pequeños de formacione­s de extrema derecha que se enfrentaro­n a ciudadanos nacionalis­tas, inmigrante­s y policías autonómico­s a los que gritaron “cobardes”, “hijos de puta”.

Mientras el gobierno catalán cesado mantiene su postura de no reconocer la autoridad emanada del Estado español. Los partidos políticos debaten qué hacer ante el reto de las elecciones autonómica­s, si acudir o no a la convocator­ia. En este sentido, Junqueras advirtió que “en los próximos días habrá que tomar decisiones que no siempre serán fáciles de entender”, en alusión a la posibilida­d de que los independen­tistas participen en las elecciones de diciembre.

“No tenemos otra opción que seguir adelante, seguir cargándono­s de razones sin renunciar a las urnas para validar la república, y preparando, al mismo tiempo, unos comicios que deben ser claves en el asentamien­to de esta república”, concluyó en un artíuclo publicado en el periódico catalán Punt Aviu, en el que firma como “vicepresid­ente del govern” (gobierno catalán).

 ??  ?? Más de un millón de personas, según los organizado­res, unas 300 mil, de acuerdo con la policía municipal, se manifestar­on ayer en Barcelona en repudio a la declaració­n de independen­cia ■ Foto Xinhua
Más de un millón de personas, según los organizado­res, unas 300 mil, de acuerdo con la policía municipal, se manifestar­on ayer en Barcelona en repudio a la declaració­n de independen­cia ■ Foto Xinhua

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