LAS REBANADAS DEL PASTEL
alcance eminentemente social” de la “reforma” fiscal –“apegada a los principios de proporcionalidad de nuestra Constitución”– promovida por el primer “ministro del (d)año” (el otro es José Antonio Meade) y aprobada sin chistar por el Congreso, con el objetivo de que “paguen más quienes ganan más” y “eliminar privilegios, cerrar las oportunidades de evasión y pedir un mayor esfuerzo a quienes realmente lo pueden hacer, que son principalmente los grandes contribuyentes”?
Lo anterior sin olvidar que no pasa día sin que los causantes de a pie sean presionados con “recordatorios”, “exhortos”, “requerimientos”, “multas” y conexos que el mismo Servicio de Administración Tributaria les envía con la misma velocidad, pero sin tanta cortesía, con la que “devuelve” multimillonarios impuestos a los grandes contribuyentes, es decir, a quienes como “ganan más, pagan más”.
“Reforma” tras “reforma”, año tras año, es la misma historia y denuncia: las arcas nacionales se vacían (si es que alguna vez se llenaron) para “devolver” cantidades exorbitantes a un reducido grupo de “grandes contribuyentes” (de por sí con enormes beneficios tributarios), mientras los causantes de a pie deben hacer frente a la consigna gubernamental: pagas o te embargo (si tienen con qué es lo de menos).
No es novedad, cierto es: se “reforma” todo para joder mucho más a los mexicanos de a pie y beneficiar, aún más, a los de hasta arriba. Para dar una idea de qué se trata, retomo algunos pasajes temáticos publicados años atrás en México SA.
De acuerdo con la ASF, en el periodo 2001- Pero tranquilos: Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray y el Congreso promovieron los primeros y aprobó el segundo una “reforma” fiscal con un alcance “eminentemente social” y, sobre todo, “justa”.