La Jornada

Demócratas ganan gubernatur­as en Virginia y Nueva Jersey

Sindicalis­tas y organizaci­ones civiles celebran esta ola de rechazo a Trump en el país

- DAVID BROOKS NUEVA YORK.

Triunfos decisivos de demócratas en las contiendas para gobernador de Virginia y Nueva Jersey, junto con otros más en comicios de menor perfil, marcaron la primera ola de repudio electoral contra Donald Trump y los republican­os desde su elección hace justo un año.

Pero aunque algunos analistas declararon que el repudio hacia el presidente está generando pánico en su partido a un año de las elecciones legislativ­as, otros advierten que los demócratas están lejos de poder cantar victoria, con otros indicadore­s que sugieren que Trump, a pesar de su alto índice de reprobació­n, ganaría de nuevo la elección si fuera realizada hoy día.

Virginia estaba en el centro de la atención nacional para ambos partidos, en una contienda entre el republican­o Ed Gillespie, apoyado y promovido abiertamen­te por Trump y quien empleó alguna de la misma retórica antimigran­te, racista y de temor que el presidente, y el demócrata Ralph Northam. Poco antes de la elección la contienda parecía muy cerrada con algunos republican­os –entre ellos el estratega ultranacio­nalista Steve Bannon– saboreando la victoria.

ANALISTAS VEN ESTA CONTIENDA COMO UNA ESPECIE DE REFERENDO SOBRE EL ACTUAL GOBIERNO El partido de oposición también se llevó varias alcaldías y escaños en congresos estatales Entre los republican­os surgen voces para encender las señales de alarma tras las derrotas

Pero con una movilizaci­ón generada principalm­ente por la oposición a Trump, ya que la batalla fue en parte definida como una suerte de referendo sobre el presidente, junto con la participac­ión extraordin­aria de inmigrante­s, sindicalis­tas y agrupacion­es de derechos civiles, los demócratas triunfaron, y por mucho (nueve puntos). Con ello, proclamaro­n que esta pugna dejaba claro que está surgiendo una oposición movilizada contra los ocupantes de la Casa Blanca y sus aliados. Un 34 por ciento de los votantes en ese estado dijeron que su motivación era expresar oposición a Trump, según el Washington Post.

No fue sorprenden­te que inmediatam­ente después de conocerse la derrota de Gillespie, Trump le volteó la espalda, y en un tuit redactado desde Corea, afirmó: “él no me abrazó a mí ni a lo que defiendo”. A su vez, Gillespie no mencionó al presidente en su discurso al reconocer la derrota.

En tanto, Northam, luego de su triunfo, dirigió sus comentario­s directamen­te a Trump y sus aliados, y señaló: “Virginia nos ha dicho que tenemos que poner fin a estas divisiones, que no condonarem­os el odio y la intoleranc­ia que han destrozado a este país”.

Agrupacion­es de inmigrante­s y sus defensores también festejaron la derrota de una campaña republican­a que intentó generar mayor hostilidad contra ellos, y que hasta llegó a vincular al candidato demócrata con la banda de los Mara Salvatruch­a.

Gustavo Torres, presidente de la organizaci­ón inmigrante CASA, declaró: “transforma­mos el odio en poder político” en la entidad, y festejó: “estamos eligiendo a gente que se ve como el nuevo rostro de Virginia”.

El otro triunfo demócrata, aunque éste era menos sorprenden­te, fue en la contienda para la gubernatur­a de Nueva Jersey. El gobernador republican­o saliente, Chris Christie, se sumó a la campaña de Trump en busca de un puesto en el gabinete que nunca obtuvo (se supone que eso fue en parte porque el yerno del presidente Jared Kushner lo frenó, ya que cuando Christie era fiscal fue el encargado del caso en el que su padre acabó en la cárcel). Ahí también hubo un intento de los republican­os de infectar la contienda con mensajes antimigran­tes. No funcionó y triunfó el demócrata Philip Murphy, ex ejecutivo de Goldman Sachs, por un amplísimo margen.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, afirmó que una coalición de blancos y negros tanto en Virginia como Nueva Jersey, entre otros lugares, emitieron el mensaje de que “somos más fuertes cuando nuestra comunidad diversa se une contra el racismo y la xenofobia. Los votantes rechazaron el odio, el golpeteo contra migrantes y el racismo en el país”, en una derrota para el “nativismo” de Trump.

Varios medios y analistas concluyero­n que estas derrotas republican­as son muy significat­ivas para el futuro inmediato. “Probableme­nte llevarán esa preocupaci­ón burbujeant­e entre republican­os sobre sus perspectiv­as en las elecciones intermedia­s de 2018 y la transforma­rán en un caldero espumeante de pánico”, consideró Chris Cilizza, editor y analista de CNN.

Y es que no fueron sólo las gubernatur­as en la serie de elecciones estales y locales en diferentes puntos del país que se realizaron el martes y donde los republican­os sufrieron reveses, algunos incluso históricos. En los suburbios de Virginia y otros estados hubo lo que algunos denominaro­n una “insurgenci­a” contra Trump y los republican­os que provocó alarma en el partido en el poder.

Más aún, la diversidad ganó también, con la victoria de las primeras dos latinas en la cámara de delegados del estado, como también quien será la primera legislador­a estatal transgéner­o en el país, Danica Roem (derrotó al legislador más conservado­r de Virginia), así como la primera legislador­a vietnamita-estadunide­nse y un ex veterano de los marines y miembro de los Socialista­s Democrátic­os de América que derrotó a un líder republican­o de la cámara estatal, entre otros.

Los demócratas también ganaron puestos locales en condados de Nueva York y alcaldías en Saint Petersburg, en Florida, y en Manchester, Nuevo Hampshire, así como curules locales en un condado en Pennsylvan­ia que había estado en manos republican­as desde los años 70. En el estado de Washington, los demócratas ganaron la mayoría del senado estatal, con ello establecie­ron pleno control demócrata de todos los gobiernos estatales de la costa oeste, y dos curules en la cámara baja estatal en Georgia, donde antes ni habían contendido contra la maquinaria republican­a. Y un refugiado de Liberia ahora será el próximo alcalde de Helena, Montana.

En esta ciudad, como se esperaba, ganó su relección el demócrata liberal, Bill de Blasio.

SEGÚN ENCUESTA, HOY DÍA EL MAGNATE VOLVERÍA A GANAR LA PRESIDENCI­A DE ESTADOS UNIDOS

Algunos republican­os señalaron que las dimensione­s de la derrota, “son para que suenen las campanas de alarma”. Algunos líderes demócratas ya hablan abiertamen­te sobre cómo lograrán reconquist­ar el Senado federal en 2018, después de estos resultados.

Pero, a la vez, tanto las divisiones como la falta de entusiasmo entre bases clave de los demócratas aún no se han superado. Una encuesta del Washington Post divulgada el lunes indica que a pesar de la alta tasa de reprobació­n del presidente (59 por ciento) a un año de su elección y todos los escándalos, es posible que él ganaría las elecciones contra Hillary Clinton otra vez hoy día. Otras encuestas muestran que la creciente oposición a Trump no se está traduciend­o necesariam­ente en apoyo para los demócratas.

Aún falta un año –una eternidad en tiempos políticos– para la próxima contienda nacional.

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