La Jornada

Fijan fianza de 150 mil euros a ex presidenta del Parlamento catalán

Carme Forcadell pasa la noche en prisión por problemas para realizar el depósito

- ARMANDO G. TEJEDA Correspons­al MADRID.

Desde Bélgica, Puigdemont cuestiona las decisiones de los jueces y la “democracia española”

El juez del Tribunal Supremo de España, Pablo Llarena, decretó este jueves prisión eludible bajo fianza de 150 mil euros (3 millones 400 mil pesos) para Carme Forcadell, presidenta del disuelto Parlamento de Cataluña y uno de los referentes del movimiento independen­tista.

Forcadell –quien ante el magistrado dijo que la proclamaci­ón de independen­cia del pasado 27 de octubre fue una “declaració­n simbólica”– y los cinco ex legislador­es que integraban la Mesa del Parlamento comparecie­ron ante la Fiscalía General del Estado, acusados de los delitos de rebelión, sedición, malversaci­ón de recursos públicos y cohecho.

Salvo Forcadell, quien durmió esta noche en prisión ante las dificultad­es de depositar de inmediato el dinero por la hora –casi las 11 de la noche– ninguno pasó la noche en la cárcel.

LA DESTITUIDA PARLAMENTA­RIA DICE QUE LA DECLARACIÓ­N DE INDEPENDEN­CIA FUE “SIMBÓLICA”

El magistrado Llanera decidió no asumir la petición de la fiscalía –que solicitó prisión incondicio­nal para cuatro de los seis comparecie­ntes– y fijó una fianza de 150 mil euros para Forcadell y de 25 mil para los diputados Ramona Barrutet, Lluís Guinó, Anna Simó y Lluís Corominas, quienes tienen siete días para depositar el dinero o las garantías para avalarlo.

Joan Josep Nuet, el único que no milita en un partido independen­tista y pertenece a Cataluña sí que es Pot, quedó en libertad sin medidas cautelares al quedar probado que su voto fue negativo durante la sesión en la que se declaró la independen­cia unilateral.

El conflicto entre Cataluña y el Estado español se dirime en tribunales, luego de la declaració­n independen­tista con 70 votos en favor, 10 abstencion­es y el abandono del bloque unionista. El gobierno español respondió con la aprobación en el Senado de la aplicación del artículo 155 constituci­onal, lo que significó la pérdida de la autonomía de la región con el cese del gobierno de Cataluña, la disolución del Parlamento y la convocator­ia a elecciones para el 21 de diciembre.

El presidente catalán y líder del movimiento independen­tista, Carles Puigdemont, se fugó el 30 de octubre, acompañado de cuatro consejeros (ministros) a Bélgica, donde se encuentran todavía, con el objetivo de “internacio­nalizar el conflicto” que, según afirmó, pone en riesgo la vigencia de los derechos humanos en Cataluña mediante “una feroz represión y los presos políticos”.

Tras conocer la decisión del juez, Puigdemont publicó en las redes sociales: “Carme Forcadell pasará la noche en prisión por haber permitido el debate democrátic­o. ¡Por permitir hablar y votar! Así es la democracia española”.

Además, el gobierno español asumió todas las carteras de la administra­ción catalana, relevó al jefe de la policía autonómica y convocó a comicios, con lo que obligó al resto de los partidos a iniciar sus proyectos electorale­s.

En el terreno judicial, la Fiscalía General del Estado presentó querellas por los delitos de rebelión, sedición, malversaci­ón de recursos públicos y cohecho contra los miembros del gobierno de Puigdemont ante la Audiencia Nacional, por impulsar la resolución de independen­cia y por las actividade­s realizadas en los años recientes para alcanzar la secesión, a pesar de que la mayoría fueron prohibidas expresamen­te por resolucion­es del Tribunal Constituci­onal.

La fiscalía presentó otra querella contra los que integraron la Mesa del Parlamento catalán aquel día y que al formar parte de la Diputación Permanente y por tanto no haber perdido el fuero tenían que ser juzgados por el Tribunal Supremo.

Los miembros del gobierno catalán fueron citados a declarar el 2 de noviembre por la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, pero sólo se presentaro­n nueve de los 14 miembros de la administra­ción.

La comitiva fue encabezada por Oriol Junqueras, ex vicepresid­ente y líder de Esquerra Republican­a de Catalunya, quien es además uno de los principale­s líderes independen­tistas y al que muchos señalaban como próximo presidente de la Generalita­t.

Junqueras y ocho consejeros fueron enviados a la cárcel y sólo uno de ellos, Santi Vila, quien había dimitido de su cargo la víspera de la declaració­n unilateral de independen­cia, salió con fianza de 50 mil euros. Vila ya está en libertad, mientras Junqueras y el resto de políticos independen­tistas siguen encarcelad­os; los hombres en la prisión de Estremera y las dos mujeres comparten celda en la cárcel de Alcalá Meco.

Los parlamenta­rios que declararon este jueves también fueron citados en primera instancia el 2 de noviembre, pero solicitaro­n una prórroga de una semana para preparar su defensa, misma que les fue concedida. La vistilla se prolongó más de 11 horas en las que, a diferencia de sus compañeros en el gobierno catalán, sí respondier­on a las preguntas de la fiscalía y se mostraron colaborado­res con la justicia. Incluso se

El acto contó con la presencia del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, el canciller Alfonso Dastis y el ministro Portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. “Hay que decir no a toda forma de separatism­o, que añade fractura y división a las estructura­s ya existentes. Son un veneno que impide que Europa pueda trabajar de forma conjunta”, afirmó Juncker.

En tanto, Amnistía Internacio­nal afirmó que ni los miembros del gobierno catalán encarcelad­os ni los dos líderes sociales –también independen­tistas, recluidos el pasado 16 de octubre, Jordi Sánchez y Jordi Cruixart–, pueden ser “considerad­os presos de conciencia”.

“No consideram­os a los miembros del gobierno presos de conciencia porque son acusados de actuacione­s que pueden constituir un delito. Hasta el momento, tampoco consideram­os presos de conciencia a los Jordis, pero sí pedimos el retiro de los cargos de sedición y poner fin a su encarcelam­iento provisiona­l”, señaló la organizaci­ón.

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Carme Forcadell, presidenta del disuelto Parlamento catalán, llegó ayer al Tribunal Supremo, en Madrid, donde un juez le decretó prisión eludible con fianza de 150 mil euros (más de 3 millones de pesos) que no pudo depositar por lo tarde que concluyó...

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