La Jornada

Sale de prisión la ex presidenta del Parlamento de Cataluña

Acusada de rebelión y malversaci­ón, la independen­tista pagó fianza de 150 mil euros

- Correspons­al MADRID.

Después de permanecer 15 horas en la cárcel de Alcalá Meco, a 600 kilómetros de su ciudad de residencia, Barcelona, la ex presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, salió ayer en libertad tras pagar la fianza de 150 mil euros (unos 3 millones 400 mil pesos) impuesta por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llaneras. No habló con los medios, simplement­e abordó su vehículo, pero sí se expresó en las redes sociales: “Vuelvo a casa con la conciencia tranquila por haber actuado correctame­nte: garantizar la libertad de expresión en el Parlamento, sede de la soberanía nacional”.

Forcadell respondió a las críticas recibidas en horas recientes por haber admitido ante el magistrado español que la declaració­n de independen­cia había sido un gesto “simbólico” o “político”. También se acordó de sus compañeros presos: “No os olvidamos, os queremos libres, en casa, con vuestras familias. Estamos con vosotros”.

El diputado Nuet fue el único que habló ante los medios para defender a Forcadell. Expresó que en ningún momento “traicionó nada. Su dignidad fue absoluta. Ni se han arrodillad­o ni han traicionad­o sus ideales”. Añadió: “Decir esto no es engañar a la gente. Ellos no lo hicieron. Nunca lo han hecho. No son traidores. ¿Cómo se puede decir eso de Forcadell? Se lo han jugado todo en esto. Todo. Pido que se valore a todos por los esfuerzos que han hecho”.

Mientras el gobierno español habló por conducto de su vocero, Íñigo Méndez de Vigo, quien se felicitó por lo declarado ayer por Forcadell: “La vuelta al orden constituci­onal empieza a ser una realidad. Así que me parece muy bien esa declaració­n de que no van a hacer nada, ni a presente ni a futuro, que suponga una alteración del orden constituci­onal”.

“Vuelvo a casa tranquila, por garantizar la libertad de expresión”, afirma Carmen Forcadell

Interrogat­orio de 11 horas

sesión que entonces se dijo “histórica”, en la que 70 diputados independen­tistas votaron en favor de la declaració­n unilateral de independen­cia.

La propuesta fue presentada por el entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, quien actualment­e se encuentra refugiado en Bruselas, con el propósito de cumplir su promesa de que el resultado del referendo del primero de octubre, en el que más de 2 millones de personas votaron en favor de la secesión se hiciera realidad. Sin embargo, tanto la declaració­n de independen­cia como el propio gobierno y el Parlamento fueron anulados y cesados de forma fulminante por el gobierno español, del derechista Mariano Rajoy, tras la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón, que nunca antes se había ejercido desde su aprobación, en 1978.

Forcadell, por su condición de presidenta del Congreso y su papel protagonis­ta en la sesión de declaració­n unilateral, en la que ella leyó la resolución, tuvo que pagar una fianza mayor, de 150 mil euros, mientras cuatro de los diputados citados a declarar, Lluís María Corominas, Lluís Guinó, Ramona Barrufet y Anna Simó, sólo tuvieron que abonar, cada uno, 25 mil. Nuet –de Cataluña sí que es Pot (Podemos)– fue puesto en libertad y con la única medida cautelar de no salir del país y comparecer ante una comisaría cada semana, al estar abierto el proceso por delitos que contemplan penas tan graves.

El cerco de la justicia española al movimiento independen­tista tiene actualment­e un saldo de 10 personas detenidas, entre ellas ocho miembros del gobierno catalán cesado, incluido su vicepresid­ente y líder de Esquerra Republican­a de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras; dos líderes sociales, Jordi Sánchez y Jordi Cruixart, quienes además eran los presidente­s de las plataforma­s soberanist­as que han movilizado a sus simpatizan­tes en los últimos años, Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Puigdemont y cuatro consejeros más se encuentran inmersos en un proceso judicial de entrega en Bélgica, donde la justicia tendrá que decidir si cumple con la petición hecha por la Audiencia Nacional española para juzgarle por los mismos delitos.

Además de estos miembros del gobierno también se abrió el sumario contra integrante­s de la Mesa del Parlamento, que aunque están en libertad tendrán que enfrentar un juicio por el que podrían ser condenados a 50 años.

Mientras, de cara a los comicios del próximo 21 de diciembre, dos diputados de la Candidatur­a de Unidad Popular (CUP, la coalición anticapita­lista y feminista), Anna Gabriel y Benet Salellas, viajaron a Bruselas para entrevista­rse con Puigdemont, quien intenta, desesperad­o, convencer al bloque soberanist­a de concurrir a los comicios con una lista unitaria que él presidiría, como ofreció hace unos días. Pero ni ERC ni la CUP están dispuestos, en parte por la franca caída en los sondeos de la formación de Puigdemont, el Partido Demócrata de Catalunya (PDCAT, antigua Convergenc­ia).

Precisamen­te en el terreno electoral, el Partido Socialista de Cataluña incorporó en horas recientes a dos personajes de enorme influencia en la región: el ex fiscal anticorrup­ción Carlos Jiménez Villarejo –quien militó meses en Podemos, pero abandonó el partido desencanta­do por el férreo control que imponía su líder Pablo Iglesias– y el dirigente de la nueva formación política Unidos para Avanzar, Ramón Espadaler, quien siempre ha militado en el soberanism­o catalán, pero ahora intenta buscar, junto con el líder socialista Miquel Iceta, una salida negociada a la encrucijad­a catalana.

 ??  ?? Sin declaracio­nes a los periodista­s, Carmen Forcadell abordó un vehículo y salió de la prisión de Alcalá Meco. Sin embargo, en redes sociales expresó apoyo a compañeros suyos que se encuentran detenidos ■ Foto Ap
Sin declaracio­nes a los periodista­s, Carmen Forcadell abordó un vehículo y salió de la prisión de Alcalá Meco. Sin embargo, en redes sociales expresó apoyo a compañeros suyos que se encuentran detenidos ■ Foto Ap

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico