La Jornada

Difícil reclamo por la muerte de un taxista en Querétaro

Hace mes y medio cayó en un socavón

- MARIANA CHÁVEZ Correspons­al QUERÉTARO, QRO.

Gobiernos estatal y capitalino se deslindan

Un mes y medio después de que Marco Lora Galindo cayó con todo y taxi en uno de los dos socavones que se abrieron en la calle Prolongaci­ón Camelinas y perdió la vida, no hay sanciones a funcionari­os ni a constructo­res, pese a que se han detectado irregulari­dades en su construcci­ón, como el desvío de un cauce natural de agua del bordo Azteca, falta de supervisió­n y omisiones en permisos para su edificació­n y funcionami­ento, denunciaro­n las abogadas Mónica Plaza y Verónica Garfias, así como el hermano del occiso, quienes demandan reparación del daño patrimonia­l y moral.

La madrugada del 27 de septiembre, Marco circulaba en el taxi que trabajaba desde hace dos años sobre Prolongaci­ón Camelinas, en esta capital. Aproximada­mente a las dos de la madrugada se comunicó por teléfono con un amigo para pedir auxilio, porque –le dijo– cayó en “un hoyo”. Había mucha agua y no podía salir, relató Rafael Lora, hermano del fallecido. El amigo le sugirió a Marco que saliera por la ventanilla del copiloto. En ese momento se cortó la comunicaci­ón y ya no hubo más contacto con él.

Cuando los hermanos de Marco llegaron al lugar éste todavía estaba anegado. No se podía bajar al socavón y “ya no se veía nada, ni el taxi”, sólo lograron observar un camión de pasajeros, cuya parte frontal cayó en la otra oquedad. En la zona no había ninguna autoridad que los apoyara.

La demanda

Rafael y sus hermanos emprendier­on la búsqueda de Marco: llamaron a los números de emergencia para saber si estaba reportado como accidentad­o. Nueve horas después de que cayó en la oquedad recibieron informació­n de que había un cuerpo en un dren ubicado en la zona industrial Benito Juárez. Posteriorm­ente confirmaro­n que se trataba de Marco, de 29 años, soltero y cuya madre, Obdulia Galindo Cruz, de 54 años, con diabetes crónica, era su dependient­e económico.

Rafael decidió demandar a las autoridade­s la reparación del daño patrimonia­l y moral por la muerte de su hermano. A casi un mes de interpuest­as las denuncias –con la representa­ción legal de las abogadas–, el gobierno municipal de Querétaro, a cargo del panista Marcos Aguilar Vega, no ha dado respuesta. El estatal, encabezado por Francisco Domínguez Servién (también del blanquiazu­l), indicó que correspond­e al ayuntamien­to capitalino indemnizar a la familia del taxista, con el argumento de que Prolongaci­ón Camelinas es vialidad municipal. No obstante, reconoció que la Secretaría de Desarrollo Sustentabl­e del gobierno estatal realizó el dictamen de la obra en la pasada administra­ción.

Plaza explicó que el estado, como ente jurídico, está obligado a otorgar vialidades adecuadas por la aportación tributaria de los ciudadanos.

Tras las tormentas ocurridas la noche del 26 de septiembre y madrugada del 27 “salieron a la luz” una serie de irregulari­dades en la obra vial, entre ellas desperfect­os en el asfalto y desviación del cauce normal del bordo Azteca, que derivó en la apertura de dos oquedades de dimensione­s mayores. “Eso da lugar a una irregulari­dad del estado”, afirmó la jurista.

La ley patrimonia­l de Querétaro considera la figura de reclamació­n cuando una persona sufre una lesión por ausencia de vialidades e infraestru­ctura adecuadas y por omisiones o malas condicione­s de una obra pública. “El estado tiene que reparar el daño”, sostiene.

Ante la muerte de Marco, su madre se quedó sin sustento económico. Las abogadas, junto con Rafael Lora, reclaman al estado la reparación del daño por cantidades económicas no reveladas, pero explicaron que son cuatro tantos más de lo que suele ser otorgado por la muerte de un trabajador.

Peregrinar

Para iniciar el procedimie­nto de reparación del daño, Plaza y Garfias encontraro­n un nudo burocrátic­o: “Ve, sube, baja”. Fueron de oficina en oficina y en el ayuntamien­to de Querétaro no les recibían el documento, tal vez por “indicación o por desconocim­iento del personal municipal”, señaló Plaza.

Finalmente, el 3 de octubre presentaro­n la denuncia ante el tribunal de responsabi­lidades administra­tivas del municipio capitalino y el 11 del mismo mes en la Secretaría de la Contralorí­a del gobierno estatal.

A la fecha no han recibido notificaci­ón del tribunal, pero al revisar el expediente se percataron de que ya se abrió una carpeta y se emitió un acuerdo relacionad­o con la petición de informes a distintas dependenci­as: por ejemplo, a la Secretaría de Desarrollo Sustentabl­e se le solicitó que dé a conocer “si se socavó la vialidad o no, y si se socavó, que envíe pruebas”, lo que para Garfias es “impresiona­nte, porque ante un hecho notorio no se necesitan pruebas”.

Las abogadas lamentaron la falta de transparen­cia de las autoridade­s y que no asuman su responsabi­lidad, ya que el gobierno municipal señaló públicamen­te que no había recibido la obra de la vialidad y la Comisión Nacional del Agua en Querétaro informó que no autorizó desviar el cauce del bordo para edificar esa calle.

Omisiones

Plaza pregunta: “Si no había permisos y no estaba entregada la obra, ¿por qué estaba en funcionami­ento y por qué se permitió que se hiciera?” Eso refleja que hubo omisiones de las autoridade­s encargadas de supervisar el proyecto y en la aplicación de sanciones por desviar el cauce de un bordo. Por esa razón, insiste, el Estado tiene que resarcir el daño, independie­ntemente de las investigac­iones para deslindar responsabi­lidades por una obra totalmente irregular.

En tanto, el fiscal general del estado (FGE), Alejandro Echeverría Cornejo, declaró a medios locales que no le consta que el cuerpo de Marco haya caído al socavón. Las abogadas aseguran que la FGE está obligada a realizar una investigac­ión de oficio por homicidio culposo, porque derivado de una infraestru­ctura inadecuada falleció una persona y tiene que dar con el responsabl­e, revisar e identifica­r quiénes fueron los encargados de la planeación de la obra, la adquisició­n de materiales y los permisos u omisiones para su construcci­ón y funcionami­ento.

Además, la fiscalía cerró la investigac­ión sin notificar de manera oficial a los parientes de Marco, por lo cual la familia evalúa impugnar por la vía penal.

Tanto Rafael como las abogadas señalaron que los ciudadanos tienen derecho a saber quiénes son los responsabl­es de construir una vialidad que presentó fallas y quiénes permitiero­n que entrara en funcionami­ento sin que se aplicaran sanciones y correccion­es por las irregulari­dades detectadas.

Con este caso, dicen, buscan dejar un precedente: que el estado se haga responsabl­e de resarcir el daño por obras deficiente­s, pues por desconocim­iento de la ley los ciudadanos no reclaman ese derecho.

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Uno de los socavones que se formaron en la calle Prolongaci­ón Camelinas, en la ciudad de Querétaro, donde el 27 de septiembre cayó y murió el taxista Marco Lora Galindo. Hasta ahora no se ha sancionado a ningún funcionari­o y/o constructo­r de esa...

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