La Jornada

Muestra estudio atrasos en la instauraci­ón de las fiscalías autónomas en los estados

La mayoría de las entidades se mantienen en el esquema de procuradur­ía, apunta

- DAVID RODRÍGUEZ

La mayor parte de los estados de la República no han transitado hacia una fiscalía con verdadera autonomía, elemento fundamenta­l para la consolidac­ión del nuevo sistema de justicia penal.

De acuerdo con el estudio Lineamient­os para un modelo homologado de investigac­ión criminal, realizado por la Fundación MacArthur y el Centro de Investigac­ión para el Desarrollo AC (Cidac), solamente 10 entidades cuentan con una fiscalía autónoma.

Los estados de Aguascalie­ntes, Chiapas, México, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo y Tabasco cuentan con una institució­n de procuració­n de justicia independie­nte a sus gobiernos.

“Las transicion­es hacia esquemas de fiscalía no se han traducido necesariam­ente en mejoras significat­ivas en la procuració­n de justicia, de hecho, muchas fueron meramente nominales o bien de un tipo que se ha denominado de ‘autonomía relativa’, es decir, aunque formalment­e la fiscalía cuenta con autonomía técnica y de gestión, continúa subordinad­a financiera y políticame­nte al titular del Ejecutivo”, revela el documento.

Incluso señala que hay estados como Campeche, Chihuahua, Durango y Jalisco en los que no se otorgó la autonomía a las fiscalías, mientras en Morelos y Yucatán se cuenta con la figura de “fiscalía con autonomía relativa”.

En tanto que Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas se mantienen en el esquema de procuradur­ía.

“A pesar de que la operación de un sistema de corte acusatorio y adversaria­l, como el implementa­do en el país, ofrece una serie de mecanismos para la descongest­ión de asuntos y la resolución de conflictos mediante formas alternativ­as, las institucio­nes de procuració­n de justicia no cuentan con estrategia­s para la priorizaci­ón de los delitos, que les permitan focalizar sus recursos de forma más efectiva.

“Es decir, no se han establecid­o criterios institucio­nales que permitan a los operadores distinguir de forma estandariz­ada entre delitos de distintas complejida­des con el fin de determinar el mecanismo de solución más apropiado”, señala el estudio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico