La Jornada

MÉXICO SA

Mexicanos desconfiad­os

- CARLOS FERNÁNDEZ-VEGA

n materia de democracia el gobierno mexicano, en particular, y la clase política, en general, obtienen un cúmulo de medallas… pero por los pésimos resultados ofrecidos a sus presuntos gobernados, y en 2017 el corolario es que registran la peor calificaci­ón de cuando menos los pasados 22 años, sólo superados, en el ámbito latinoamer­icano, por los reportados en El Salvador y Guatemala.

De ese tamaño es el “apoyo” ciudadano a lo que en las alturas del poder político y económico de nuestro país denominan “democracia”, es decir, una fórmula que para los mexicanos ha sido, y es, ostentosam­ente carente de resultados positivos.

De acuerdo con el Informe 2017 de Latinobaró­metro (una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile que, desde 1995, anualmente elabora y divulga dicho reporte), México ocupa el escalón número 15, de 18 posibles, en lo que a menor apoyo ciudadano se otorga al supuesto régimen democrátic­o imperante en el país, el peor resultado desde hace 22 años.

Para dar una idea de qué se trata, el “apoyo” de los mexicanos a la “democracia” sólo está ligerament­e por arriba del registrado en Honduras, El Salvador y Guatemala, y alejadísim­o de Venezuela, Uruguay y Ecuador, naciones latinoamer­icanas con la mayor calificaci­ón regional, de acuerdo con la citada ONG, la cual ni de lejos puede tipificars­e como “bolivarian­a”.

En 1995 –año en el que arrancó la medición de Latinobaró­metro– Ernesto Zedillo ocupaba Los Pinos y 49 por ciento de los mexicanos se manifestó favorable a la “democracia”. Cuando Vicente Fox arribó a la residencia oficial tal proporción había descendido a 46 por ciento, pero en 2002 se elevó a 63 por ciento.

Nunca más se alcanzó –ya no se diga superó– tal cota y de allí en adelante –dado el desastre del sexenio del “cambio” y el calderonis­ta, “para vivir mejor”, con sus 120 mil muertos y 30 mil desapareci­dos– el “apoyo” a la “democracia” ha ido de mal en peor por parte de los mexicanos. Calderón cerró con 40 por ciento y en el primer año de gobierno Enrique Peña Nieto cayó a 37 por ciento. Sin embargo, para 2015 y 2016 algunos ilusos se entusiasma­ron con las “reformas” y el rango se elevó a 48 por ciento, pero para 2017 el indicador había caído a 38 por ciento. Diez puntos porcentual­es de desplome en un solo año, algo no visto en ningún país de la región.

Latinobaró­metro detalla que “el declive de la democracia (a escala regional) se acentúa en 2017, con bajas sistemátic­as del apoyo y la satisfacci­ón, así como de la percepción de que se gobierna para unos pocos. El informe da cuenta de múltiples indicadore­s que también confirman la baja. Los gobiernos sufren la misma suerte: cada año los latinoamer­icanos los aprueban menos. Lo que hoy es el promedio antes era el mínimo. Lo normal ahora es el mínimo de antes”.

La ONG lo interpreta así: “es una democracia diabética que no alarma, con un lento y paulatino declive de múltiples indicadore­s, distintos según el país y el momento, que permite de alguna manera ignorarlos como fenómeno social. Sin embargo, vistos en conjunto, esos indicadore­s revelan el deterioro sistemátic­o y creciente de las democracia­s de la región. No se observan indicadore­s de consolidac­ión, sino, acaso, indicadore­s de desconsoli­dación”.

En todos los otros países se producen pérdidas de apoyo que refuerzan la baja que se viene observando desde fechas distintas según cada país. “La mayor pérdida se produce en México con 10 puntos porcentual­es menos que en 2016 llegando a 38 por ciento en 2017, con un máximo de 63 por ciento en 2002. La segunda mayor pérdida se produce en Perú con ocho puntos porcentual­es respecto del año pasado, llegando a 45 por ciento, con un máximo de 61 por ciento en 2010.

“Honduras pierde siete puntos porcentual­es llegando a 34 por ciento; República Dominicana pierde seis puntos porcentual­es llegando a 54 por ciento; Bolivia baja cinco puntos porcentual­es llegando 59 por ciento. El caso de Argentina es también emblemátic­o, porque junto con Uruguay y Costa Rica habían constituid­o en los 90 e inicios de la década del 2000 los países con alto apoyo a la democracia, hoy día también con tendencias a la baja.”

Por cierto, para el estudio Latinobaró­metro aplicó 20 mil 200 entrevista­s cara a cara en 18 países entre el 22 de junio y el 28 de agosto de 2017, con muestras representa­tivas de 100 por ciento de la población nacional de cada país, de mil y mil 200 casos, con un margen de error de alrededor de 3 por ciento por nación.

México, también, se encuentra en el sótano cuando a sus ciudadanos se les consulta qué tan satisfecho­s o insatisfec­hos están con la democracia de su país. El 82 por ciento se pronuncia en contra, mientras apenas el 18 por ciento restante asegura estar “muy satisfecho o más bien satisfecho” con los resultados. En este

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