La Jornada

Proyecto para reformar ley que protege a las mujeres, un retroceso, alerta ONG

No vigila que se cumplan acciones para erradicar la violencia

- ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ

El Observator­io Ciudadano Nacional del Feminicidi­o (Ocnf) alertó sobre cambios que se pretenden realizar al reglamento de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, los cuales se convertirí­an en obstáculos para que las organizaci­ones civiles soliciten alertas por violencia de género en los estados.

Las agrupacion­es que integran el Ocnf tuvieron conocimien­to del proyecto del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el cual presentó ante Amnistía Internacio­nal, con la supuesta intención de mejorar el mecanismo para combatir la violencia contra la población femenina.

Sin embargo, de acuerdo con la versión que se conoce, se pretende, entre otros puntos, que las peticiones de alerta se acompañen de pruebas sobre la violencia y asesinatos de mujeres y que, de autorizars­e, se fije un plazo de vigencia. En realidad, señaló el observator­io, lo que debería haber son indicadore­s y evaluacion­es de cumplimien­to de las medidas para erradicar la violencia contra este sector de la población, no plazos fatales.

Respecto de las pruebas, indicó que hasta ahora el comité que investiga los casos tiene entre sus obligacion­es recabar las evidencias para sustentar sus determinac­iones. Pretender que sean las organizaci­ones civiles las que documenten los hechos de violencia como requisito para admitir la solicitud, se convertirá en una barrera.

El organismo recordó que sobre este aspecto ha interpuest­o y ganado demandas de amparo, en particular mencionó el proceso de Nuevo León, donde el tribunal colegiado auxiliar determinó que al Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres no le correspond­e decidir si es procedente declarar la alerta por violencia de género, porque eso correspond­e a la etapa de investigac­ión.

Sus funciones se limitan a recibir las peticiones y que éstas cumplan con los requisitos, como que sean presentada­s por organizaci­ones civiles, indicó en su resolución el tribunal.

Otra propuesta de cambio en el reglamento tiene que ver con los términos para referirse a la naturaleza de la alerta. El Ocnf mencionó que la ley la define como el “conjunto de acciones gubernamen­tales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinad­o, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad”.

De avanzar la propuesta de Inmujeres, la alerta por violencia de género quedaría como un mecanismo de intervenci­ón gubernamen­tal de “emergencia”, lo cual generaría ambigüedad y discrecion­alidad de las autoridade­s.

El observator­io subrayó la importanci­a de que las alertas queden descritas como un mecanismo para corregir la política pública y/o criminal en las entidades donde está en riesgo la vida e integridad de las mujeres.

La agrupación también reiteró la necesidad de crear un grupo permanente de expertos en derechos humanos de la población femenina, en política pública de prevención, atención y sanción, perspectiv­a de género e investigac­ión criminal, que pudiera participar en los análisis de las solicitude­s de alerta por violencia de género.

De esta manera se garantizar­ía la imparciali­dad y capacidad o especialid­ad de la investigac­ión, apuntó.

En el informe, la organizaci­ón destaca que en 2015 ingresaron a las cárceles del país 176 mil 339 personas por delitos del fuero común, de las cuales 14 mil 231 (8.1 por ciento) son mujeres, y de éstas, mil 617 estuvieron relacionad­as con delitos contra la salud.

Resalta que en 2014 las reclusas por narcomenud­eo sumaron 940, y para 2016 la cifra llegó a mil 911.

A escala federal, refiere que de 32 mil 121 ingresos a los penales, 8.5 por ciento son mujeres, es decir, 2 mil 704. De ellas, mil 169 fueron acusadas por ilícitos relacionad­os con el tráfico de drogas. En específico, 43 por ciento por posesión y comercio de estupefaci­entes, aunque también existe la categoría de “otros delitos contra la salud” y los no especifica­dos, por los que 479 fueron recluidas.

En el documento Políticas de drogas, género y encarcelam­iento en México: una guía para políticas públicas incluyente­s, la ONG señaló también la situación de la población femenina pertenecie­nte a comunidade­s indígenas, con discapacid­ad y aquellas que por su orientació­n sexual son víctimas de discrimina­ción y malos tratos.

Además, indicó que existe un subregistr­o de estas poblacione­s en situación de vulnerabil­idad y que están en reclusión.

Encontró, por ejemplo, que las autoridade­s tienen registro de sólo 18 mujeres indígenas en prisiones federales y 61 en las estatales.

“Necesario, crear grupo de expertos en derechos de este sector de la población”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico