La Jornada

Exige el PSOE que la vicepresid­enta de España explique posible injerencia rusa

Hoy, primera audiencia para ver si Bruselas entrega a Madrid al destituido Puigdemont

- ARMANDO G. TEJEDA Correspons­al MADRID.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) solicitó en el Congreso de los Diputados que comparezca la vicepresid­enta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para que explique en la comisión de secretos oficiales la “posible injerencia de otros países en la crisis política de Cataluña”, en alusión a la supuesta “injerencia rusa”, en favor de los indepedent­istas.

Margarita Robles, vocera socialista en el Parlamento, solicitó todos los detalles, informes y documentos que obran en poder del gobierno, del Centro Nacional de Inteligenc­ia y de la policía española que confirmarí­an la conexión rusa con el conflicto catalán. Políticos y analistas señalan que esa presunta injerencia pretendía desestabil­izar al Estado español y al conjunto de la Unión Europea (UE).

La petición para la comparecen­cia cobró fuerza tras las declaracio­nes del canciller español, Alfonso Dastis, quien incluso presentó la cuestión en Bruselas para alertar a la UE. “Hay datos sobre cómo el tráfico en las redes posterior al referendo indepdenti­sta pasó particular­mente por redes ubicadas en Rusia y en otros países”, aseveró el jefe de la diplomacia.

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Las palabras de Dastis fueron ratificada­s por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien en entrevista en la cadena Cope aseguró que esos datos de los que hablaba el ministro obran en poder de su administra­ción, si bien Rajoy matizó que no tienen pruebas de que estas injerencia­s proviniera­n o estuvieran promovidas por el gobierno ruso, sino que simplement­e provenían de ese país en su mayoría y, en menor medida, de Venezuela.

La respuesta de Rusia fue en clave de advertenci­a al señalar que estas acusacione­s “sin pruebas” afectan las relaciones bilaterale­s.

En tanto, a unas horas de que la justicia belga celebre la primera audiencia sobre la petición del Estado español para que entregue al ex presidente de la Generalita­t de Cataluña Carles Puigdemont –refugiado en Bruselas desde el 28 de octubre–, la fiscalía de Bélgica hizo una serie de requerimie­ntos a los tribunales españoles. Entre ellos pidió conocer las condicione­s de las cárceles en España, la situación que tendría Puigdemont en caso de ser encarcelad­o y otros detalles para adoptar con más rigor su decisión final.

La Audiencia Nacional respondió a la justicia belga que en caso de que entregue a Puigdemont y a los cuatro ex consejeros con los que se encuentra, todos serían enviados a la prisión de Estremera, donde también se encuentran recluidos el ex vicepresid­ente catalán Oriol Junqueras y nueve ex consejeros. Además, aseguró que en todo momento mantendría el contacto con su abogado y estaría a salvo de agresiones.

Aclara que el político independen­tista podría disponer de una celda individual, si la pide, o compartirl­a con alguno de sus ex colaborado­res. La fiscalía belga preguntó por las celdas de aislamient­o, la visita de familiares, la higiene e incluso la alimentaci­ón. A lo que respondió con detalle el Estado español, al tiempo que señaló que la Constituci­ón “prohíbe la tortura y los malos tratos”, de acuerdo con el artículo 6 de la Ley Orgánica General Penitencia­ria. Además, explicó que el Estado español recibe periódicam­ente visitas del Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa y existe una “supervisió­n constante” del respeto a los derechos humanos en las prisiones por el Defensor del Pueblo y el Mecanismo de Prevención de la Tortura Nacional.

La primera vista de este proceso se realizará este viernes en Bruselas, como parte de un proceso que podría demorar hasta 90 días.

A un mes de las detencione­s y encarcelam­iento de los presidente­s de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cruixart, respectiva­mente, se concentrar­on en numerosas plazas de Cataluña miles de personas para exigir su liberación y denunciar que se trata de “presos políticos”. Ambos están acusados de “sedición” por participar en las protestas del pasado 20 de septiembre, cuando a sólo 10 días del referendo de independen­cia la ciudadanía intentó evitar una serie de diligencia­s judiciales ejecutadas por la Guardia Civil, en concreto en la Consejería de Economía de la Generalita­t.

Los dos líderes independen­tistas, que no forman parte de ninguna estructura partidista, están recluidos en la cárcel de alta seguridad de Soto del Real. Y uno de ellos, Jordi Sánchez, anunció desde su celda que formará parte de las listas electorale­s que presentará el Partido Demócrata de Catalunya, que está conformand­o el propio Puigdemont desde su refugio en Bruselas.

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