A 2 meses del sismo, alumnos de primaria en Dengantzha, Hidalgo, toman clases en carpa
La SEP incumple promesa de enviar 4 aulas móviles, asegura la directora de la escuela
Bajo una carpa hecha con lonas publicitarias, un grupo de niños que cursa el primer grado de primaria en la escuela La Reforma, ubicada en la localidad indígena de Dengantzha, en este municipio, toma clases desde septiembre pasado, cuando un terremoto provocó daños estructurales en los ocho salones de los dos edificios del plantel.
Araceli Granados Aguilar, directora del colegio de tiempo completo, con clave 13 DPR 1344B, explicó que hay dos dictámenes técnicos: uno de protección civil municipal y otro del Instituto Hidalguense de Infraestructura Física Educativa (Inhife) de la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal, que advierten que los dos inmuebles están en riesgo de desplomarse y ya no es viable utilizarlos.
La directora dijo que la SEP estatal no ha cumplido su promesa de enviar cuatro aulas móviles o temporales que serían utilizadas por los menores mientras se demuelen o reconstruyen los inmuebles afectados. De los ocho grupos sin salones, cuatro “toman clases en dos aulas móviles y dos temporales que la SEP envió después de un mes del terremoto, pero nos hacen falta cuatro más”, explicó la directora.
En tanto llegan estas unidades, otros dos grupos toman clases en el comedor de la escuela, en tanto que uno más en el aula de cómputo, lo que tiene suspendidas las clases de computación, explicó Araceli Granados. Pero los más afectados, son los de primer año, quienes pese al frío de las mañanas y la incomodidad, reciben sus clases en la carpa colocada en uno de los pasillos de la escuela.
Edificios datan de los años 50
Granados Aguilar explicó que los dos edificios fueron construidos por los vecinos de Dengantzha, uno en 1950 y otro en 1960, y por su antigüedad necesitan trabajos de remodelación, “que hemos exigido a las autoridades educativas desde 2011”.
El inmueble más viejo es de una planta y tiene tres salones, de los cuales sólo eran utilizados dos, en tanto que el de 1960, de dos pisos, tiene seis salones.
“Se recomienda que el área referida es de riesgo y no debe ser utilizada para ninguna actividad hasta en tanto no sea evaluada por algún profesional en la materia”, dice el dictamen elaborado el 23 de septiembre por Gerardo Badillo Maldonado, director de protección civil de Francisco I. Madero.
El 28 de septiembre Rodolfo Mora Santillán, del Inhife, realizó un recorrido por la escuela y dictaminó que sí había riesgo para los alumnos, particularmente en los salones del inmueble de dos plantas el cual vibra y tiene fisuras y afectaciones en la loza.
Araceli Granados señaló que de manera verbal una funcionaria de la SEP, de nombre Elimar Ocampo Alba, ha puesto en duda los dos dictámenes y, por lo tanto, las aulas de los dos inmuebles pueden ser utilizados.
Granados exigió que Elimar Ocampo “por escrito, con su firma y en hojas membretadas de la SEP, nos diga que los podemos usar y nos garantice así que no hay peligro de derrumbe”.
Reveló que semanas después del terremoto se le entregaron 50 mil pesos del fondo del programa Estrategia de Atención a Comunidades Escolares Afectadas por el Sismo “lo cuales no alcanzan ni para demoler alguno de los dos módulos ni mucho menos para reconstruirlos”. Comentó que tras ver los dos dictámenes, empresas constructoras se han negado a realizar labores de reparación de los dos inmuebles.
Ante la obligación de los directivos de la escuela de ejercer el dinero del fondo, los padres de familia decidieron que los 50 mil pesos sean utilizado para resanar las grietas y pintura exterior e interior en dos de las tres aulas del inmueble de 1950.
“No sabemos qué va a pasar con el de dos plantas; tememos que se pueda desplomar de un momento a otro”, dijo Granados.