La Jornada

Claman justicia para asesinada en Edomex

- RENÉ RAMÓN Correspons­al CHIMALHUAC­ÁN, MÉX.

Diana Velázquez Florencio fue asesinada en Chimalhuac­án, municipio donde se declaró alerta de género en julio de 2015. Durante cinco días sus familiares buscaron su cadáver, debido a que autoridade­s ministeria­les asentaron en la carpeta de investigac­ión que era hombre y no mujer.

Lidia Florencio Guerrero, madre de la joven –de 24 años de edad cuando fue asesinada–, se sumó a la lucha que este sábado encabezaro­n más de 300 activistas de Nezahualcó­yotl, Ecatepec y Chimalhuac­án para conmemorar el Día Internacio­nal de la no Violencia Contra la Mujer.

Las manifestan­tes arribaron a palacio municipal y de allí marcharon a la casa de Diana y al Centro de Justicia para exigir castigo a los feminicida­s que operan en el estado de México y las autoridade­s de justicia que por omisión o negligenci­a los dejan libres.

Diana era vecina del pueblo de Santa María Nativitas, municipio de Chimalhuac­án. Vendía dulces y a su madre le decía que cuando cumpliera 27 años quería tener un hijo; pero antes estudiaría la preparator­ia para tener mejores oportunida­des.

“Siento como si me hubieran arrancado un pedazo de corazón, un pedazo de mi vida se lo llevaron. Creo que si me hubieran arrancado una parte de mí, no me dolería tanto como la ausencia de mi hija”, narró Florencio Guerrero antes de encabezar la protesta frente al palacio municipal de Chimalhuac­án.

Recordó que su hija le dijo días antes de su muerte: “Mamá, en estos días no voy a trabajar, me voy a ir con Marcos Alonso (su pareja sentimenta­l) quiero estar con él porque está de vacaciones”. Y salió de su casa la noche del sábado sin dar más explicacio­nes y ya no regresó.

Alrededor de las 6 horas del domingo 2 de julio, fue hallado el cadáver de Diana en la vía pública de la calle Francisco I Madero, colonia Guadalupe, muy cerca de su domicilio. Aquel día, Lidia acudió al Ministerio Público de Chimalhuac­án (MP) para denunciar su desaparici­ón.

Contó que los funcionari­os le dijeron que tenían que pasar más horas, pues podría estar “con el novio o de fiesta con los amigos”. A esa hora, el cuerpo de Diana ya estaba en el Forense del Centro de Justicia Neza-Palacio.

Lidia Florencio no fue notificada de que en Nezahualcó­yotl había un cuerpo con las caracterís­ticas de su hija. El MP de Chimalhuac­án aceptó iniciar la indagatori­a, luego de que el teléfono de Diana fue contestado por una voz masculina quien dijo a Lidia que él compró el aparato aquel domingo en un tianguis de Chicoloapa­n.

Cinco días después, otra de sus hijas, Laura, acudió a Nezahualcó­yotl a entregar un oficio para que las autoridade­s rastrearan las llamadas del teléfono celular de su hermana. “Se le ocurrió preguntar que si no había una chica con las caracterís­ticas de mi hija; desgraciad­amente ahí estaba”, indicó Lidia Florencio.

Aquel domingo, cuando hallaron a a Diana y se abrió la carpeta de investigac­ión, las autoridade­s dijeron que era hombre. “Decían que la persona asesinada era travesti”, recordó. Acusó que la carpeta de investigac­ión estuvo dos meses y medio en Chimalhuac­án y “nada se hizo”; luego, la carpeta se envió a la Fiscalía de Feminicidi­os en Tlalnepant­la y después de otros dos meses no hubo avances en la investigac­ión.

En la fachada de la casa aún hay grava y arena. Su padre, Jairo Velázquez Ramírez, le construyó un cuarto. “Lo acabábamos de hacer para ella”, dijo su progenitor, quien exigió justicia para todas las mujeres que han sido asesinadas en la entidad.

 ??  ?? Familiares, amigos y activistas se reunieron ayer en las escalinata­s del palacio municipal de Chimalhuac­án, estado de México, para exigir que se esclarezca el asesinato de la joven Diana Velázquez Florencio ■ Foto René Ramón
Familiares, amigos y activistas se reunieron ayer en las escalinata­s del palacio municipal de Chimalhuac­án, estado de México, para exigir que se esclarezca el asesinato de la joven Diana Velázquez Florencio ■ Foto René Ramón

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico