Trata de mujeres, aún impune por “vicios” del sistema penal
ONG presenta informe sobre el Sistema Alerta Roja Certifican licenciatura en nutrición de la UAM
El nuevo sistema penal no es la panacea ni la solución que nos habían prometido contra la impunidad, consideró Teresa Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
En conferencia de prensa en la que se presentó el Informe anual de datos estadísticos y georreferenciados La licenciatura en nutrición humana de la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue reacreditada por el Consejo Nacional para la Calidad de Programas Educativos en Nutriología (Concapren), en reconocimiento a los altos niveles del plan de estudios, la planta académica y los servicios de apoyo para la enseñanza que ofrece, entre otros elementos.
Esta opción educativa –que obtuvo este beneficio por primera vez en 2010, y en esta segunda ocasión tendrá vigencia del 16 de junio de 2017 al 15 de junio de 2022– es uno de los 42 programas académicos que han merecido la distinción, entre los más de 300 que operan en México.
Norma Ramos Ibáñez, coordinadora de la carrera, señaló que una de las virtudes de la licenciatura es “el sistema modular que los caracteriza, que da perfil crítico, analítico y propositivo a los egresados, quienes poseen herramientas para enfrentar problemas de nutrición y alimentación, así como para plantear propuestas múltiples de solución en contextos diversos”.
Explicó que en 1982 ingresó la primera generación de un programa que “nació con un enfoque de sentido social”, el cual mantiene, aunque con modificaciones para atender requerimientos de aspecto clínico.
En octubre de 2016, los temas vinculados con la actividad física fueron incorporados como contenido significativo, porque van de la mano con el estado de la nutrición y la alimentación, agregándose asuntos asociados a las técnicas de consejería “para incidir en la modificación de los hábitos de comer y ejercicio físico”.
Entre dificultades mencionó que al haber más escuelas, se reducen espacios para que los estudiantes realicen prácticas. de casos: Sistema Alerta Roja (SAR), 2016, Ulloa indicó que luego de “tres años de luchar por una ley federal” en contra de la trata de personas, los defensores de estas víctimas han constatado la existencia de diversos “vicios” en dicha regulación. Además de que “no logramos el modelo nórdico”.
Entre los “vicios” encontrados mencionó que “no se respeta la competencia cuando existe un delito federal o del orden común, no se toman en cuenta las agravantes, como tratos crueles y degradantes, y en la mayor parte de las fiscalías estatales se cierra la identidad de la víctima hasta el juzgado”.
Precisó también que en algunos casos las penas no son los suficientemente duras con relación al ilícito.
Expuso que algunos juzgadores están “malinterpretando el artículo 10 de la ley” y añadió que, por ejemplo, en la Ciudad de México algunas sentencias “no pasan de 15 años de cárcel”. Refirió que, en contraste, en el estado de México en un caso se obtuvieron 99 años de prisión para el agresor, que era el marido de la víctima.
Graciela Colín, coordinadora del SAR, indicó que durante 2016 se registró un “ligero aumento de casos atendidos por el sistema de auxilio a víctimas de la CATWLAC. De 203 casos atendidos en 2015, al año siguiente se atendieron 276 casos”.
Asimismo, por quinto año consecutivo se confirmó que el rango de edad donde hay un mayor número de víctimas es entre 12 y 18 años, seguido del grupo de 18 y un día a 25 años, y 246 víctimas eran del sexo femenino y 30 del sexo masculino”.
De igual modo, se reportó que 227 víctimas de 276 estaban en las categorías de ingresos medio bajo, pobreza y pobreza extrema, aunque también hay víctimas de clases más privilegiadas.
Se encontró también que “las formas de reclutamiento más comunes siguen siendo la fuerza, el engaño y la seducción, incluyendo el enamoramiento por redes sociales”.
Los delitos más comunes ese año fueron “la trata de personas, explotación sexual, desaparición, privación ilegal de la libertad y reclutamiento para actividades de delincuencia organizada.
De 276 casos atendidos en 2016, se determinó la presencia de delincuencia organizada en 51 por ciento, y en 24 por ciento se clasificó como delincuencia común; en tres por ciento de los casos se declaró feminicidio, en 60 por ciento no hay datos y en 38 por ciento no hubo feminicidio”.
Sobre el tema de desapariciones, 68 por ciento siguen sin ser encontradas, 28 por ciento fueron localizadas con vida y cuatro por ciento sin vida. Se destacó que 2016 fue el año con “menos rescatadas/localizadas” desde que entró en operación el SAR, en 2006.